Mónica González, integrante de la Unidad de Materiales Peligrosos, destacó que fueron cuatro los guardias que tuvieron que ser derivados a centros asistenciales para una inspección tras sentir mareos, náuseas y un fuerte picazón en los ojos. La misma relató que todo se inició el sábado pasado por la noche, en un baño que no estaba habilitado para el público, donde uno de los funcionarios ingresó para realizar la inspección de rutina pero salió rápidamente al sentir los mencionados síntomas.
Los guardias comunicaron a los jefes y rápidamente, como mecanismo de prevención, se procedió a la evacuación. Sin embargo, otros tres compañeros también ingresaron al baño para la verificación y resultaron afectados por la misma sustancia no identificada.
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Cuando los bomberos llegaron hasta el Teatro ya todos los presentes habían salido del edificio y procedieron a realizar toda la inspección. “La tercera Compañía hizo la verificación y no encontramos ningún pote ni residuo de algún producto, por lo cual alertamos a la Unidad de Materiales Peligrosos y pedimos un equipo medidor de gases y otros equipos más”, detalló González.
Sin embargo, cuando llegaron los equipos ya no detectaron ningún residuo y lo que sea que afectó a los guardias, ya no se percibía en el ambiente. “Si era algún gas, ya se habrá disipado”, mencionó aclarando que no pueden precisar qué tipo de sustancia fue la que afectó a los funcionarios.
Sin embargo, explicó que los síntomas son parecidos a los que se generan cuando se utiliza en exceso productos desinfectantes como cloro o lavandina. “Pero para descartar sería bueno entrar, tomar muestras del agua, del piso, de todo”, añadió aclarando luego los bomberos no cuentan con todos los equipos especializados pero la Unidad de Criminalística sí.