Siempre se puede robar algo más, aun de un edificio abandonado y en pésimas condiciones. Alrededor de las 21:30 del día del cumpleaños de Asunción, los vecinos comenzaron a escuchar el estruendo que generaban los ladrones al romper los vidrios. Desconcertadas, varias personas que viven en la zona llamaron al 911. Según contaron, los policías se demoraron alrededor de 20 minutos en llegar al lugar, cuando ya los delincuentes se habían retirado.
¿Para qué rompían los vidrios? Sencillo: de acuerdo a lo que los vecinos pudieron observar, los ladrones querían llevarse los perfiles metálicos de las ventanas y no necesitaban ni podían cargar con los paños de vidrio.
El viernes y el sábado, a la misma hora, los delincuentes regresaron al lugar, un edificio caracterizado hace ya años por la suciedad y el abandono, a romper más ventanas para llevarse los marcos de las aberturas. Los vecinos contaron que estas últimas veces, ya casi sin mostrar apuro, los ladrones se retiraron caminando, llevando los perfiles metal a cuestas. Aunque no es visible, puede que también se estén llevando otros objetos de adentro, como cerrajería o grifería.
De acuerdo al relato de los testigos, ayer en la mañana volvieron a ingresar para seguir robando los marcos que quedaban. Advertidos por los vecinos, en esa ocasión se acercaron tres patrulleras hasta el lugar y algunos de los policías ingresaron al edificio, sin encontrar a los delincuentes.
En la noche del domingo, la policía volvió a rondar el edificio alrededor de las 22:00, por lo que los ladrones no ingresaron. Sin embargo, en las primeras horas de este lunes los vecinos escucharon de vuelta cómo se rompían las ventanas.
“Creemos que esto no va a parar hasta que se lleven los últimos marcos del edificio, que algunos vecinos dicen que le pertenece a González Daher. Pero lo que más nos preocupa es que el lugar se vuelva más inseguro y se convierta en una guarida de drogadictos, como sucedió con la estructura abandonada del Instituto de Arte Municipal (IMA), ubicada a unas cuadras de acá (en Haedo casi Chile), o con el otro edificio del MEC (también sobre 15 de Agosto, entre Presidente Franco y Benjamín Constant)”, manifestó uno de los residentes cercanos, que prefirió que su nombre no sea publicado.
Agregó que aunque el ministro del interior, Juan Ernesto Villamayor, asegura que los delitos en el microcentro disminuyeron en un 90%, la sensación que tienen quienes viven en la zona es totalmente contraria a su afirmación.
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La existencia de edificios y casas abandonadas y en ruinas no hace más que contribuir a un paisaje desolador, que por deprimente expulsa cada vez más a habitantes, comercios y oficinas.
En las fotos se ve cómo avanzaron en el desmantelamiento de las ventanas que dan sobre la calle Haedo en solo cuatro días.