El menor fue llevado a las 6:00 hasta el local del hospital, donde el médico Javier Quiñónez, al inspeccionar el cuerpo y notar que no tenía signos de vida, solicitó la presencia policial en el lugar. El galeno explicó al suboficial Carlos Montiel que el niño presentaba rastros de sangrado en la boca y fosas nasales, motivo por el cual alertó a las autoridades.
La madre manifestó que en la madrugada, hacia las 5:00, al despertar al lado de su hijo lo encontró sin signos de vida, y que lo trasladó de inmediato hasta el citado nosocomio. No supo explicar qué pasó al bebé.
El hecho fue comunicado a la fiscala de Quiindy, Gladys Teresita Paredes, y en el lugar se constituyeron el asistente fiscal Alberto Velaztiquí y el médico forense Luis Santiago Ibarrola, quien procedió a examinar al pequeño. El forense del del Ministerio Público explicó que, al examinar el cuerpo, no encontró lesiones físicas ni signos de violencia. Sin embargo, dijo que, efectivamente, se observa presencia de sangre en la región bucofaríngea y en ambas fosas nasales.
Luego de la inspección médica, la fiscala dispuso que el cuerpo del bebé fuera trasladado hasta la morgue judicial de la ciudad de Asunción para un estudio complementario.