Arrojan parámetros básicos sobre enfermedades del corazón, ofrecen rutinas de ejercicio, control de calorías y hasta control del sueño. Profesionales de la salud, en tanto, advierten que sus resultados arrojan errores en sus mediciones y es por eso que no son confiables.
Son dispositivos inteligentes que se colocan en la muñeca y están diseñados para medir la actividad física y los parámetros básicos de salud de la persona que lo usa.
Logran seducir al consumidor otorgándole funciones que le ayudan a tener un control mediante el monitoreo de los pasos que da al día, las calorías que quema, los kilómetros que corre o nada, las horas que duerme, cuándo comer o ingerir agua, un registro aproximado de sus pulsaciones además de su ritmo cardíaco.
Las personas con enfermedades crónicas como la diabetes tipo II y la obesidad, que necesitan un seguimiento detallado para controlar su estado de salud y poder anticiparse a situaciones de crisis, son los que más usan estos aparatos inteligentes.
Ahora, la pregunta es: ¿científicamente está demostrada que sus mediciones son correctas? Para profesionales de la Sociedad Paraguaya de Cardiología estos aparatos tienen un margen de error en sus mediciones, así que no se confíe...
“Sigue habiendo desfasajes importanes, todavia estamos en un periodo incipiente de investigacion”, explicó el cardiólogo Gustavo Escalada, que señala que la tecnología todavía no está “en la cúspide de su utilidad”.