El siniestro se registró cerca del mediodía, y la propietaria, Irma Vera, estaba sola en la casa cuando decidió prender una vela a su santo y fue al campo con el objetivo de traer sus vacas. El fuego se propagó rápidamente, y dejó a la familia solamente con la ropa que llevaba puesta.
Los bomberos voluntarios de San Juan Nepomuceno llegaron para sofocar el fuego, pero ya no había nada que salvar. El marido de Irma Vera, Simón Rivas Ríos, había ido a buscar a su hija de la escuela.
Irma Vera explicó que, además de la casa, se le quemó una camioneta Toyota tipo furgoneta, una motocicleta, la totalidad de sus muebles, forrajera para preparar alimentos de animales, por lo que prácticamente se quedaron sin nada. La mujer, visiblemente afectada por la desgracia, apeló a la solidaridad de las personas para reconstruir sus vivienda.