Abogan por una sociedad más justa y honesta

Emilce Ramírez. corresponsal

CARAPEGUÁ. En la homilía celebrada esta noche en honor a la santa patrona de la Diócesis de Carapeguá y de la parroquia local “Inmaculada Concepción de María”, Mons. Celestino Ocampo, pidió a los feligreses tratar de seguir el ejemplo de Jesús de ser justos y honestos, porque él siempre vivió y predicó la verdad y denunciaba las injusticias y los males que hasta hoy día perduran en el mundo, en las comunidades. Pidió también trabajar por la defensa del medio ambiente.

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La santa misa se celebró en la explanada de la catedral local, donde los devotos a la Virgen María, pese a la pertinaz llovizna, acudieron en multitud, muchos de ellos llegaron a dar gracias a María por el milagro recibido.

En la ocasión, el Obispo de la Diócesis de Carapeguá, Mons. Celestino Ocampo, instó a los fieles a no concurrir a la iglesia solo cada vez que sea la fiesta patronal, sino dedicar al menos una hora de su tiempo también a Dios.

El prelado pidió a los feligreses tratar de seguir el ejemplo de Jesús y “vivir con humildad, sencillez, en la entrega, generosidad y preocupados por los más pobres”.

Además, exhortó a luchar por el medio ambiente que es “nuestra casa común”, cuidar de él y, los que tienen industrias, que inviertan en el mejoramiento de su infraestructura y no sigan contaminando el ambiente y los recursos naturales. En este sentido, que las autoridades responsables en hacer cumplir las leyes actúen de acuerdo a la verdad.

Pidió a los presentes reflexionar cada uno, mirarse como cristianos e hijos de Dios, como persona, familia, comunidad cristiana para saber de qué manera cada uno está contribuyendo o qué está haciendo para fortalecer la unidad, la comunión, la fraternidad, la solidaridad.

Agregó que los valores siempre deben sobresalir como auténticos cristianos y deben ser parte del testimonio de vida de cada uno de los hijos de Dios, en quienes debe reflejar en su conducta, en el quehacer diario que desarrolla.

Insistió en que “uno debe reflexionar sobre la vida que lleva si uno está viviendo de acuerdo a los designios de Dios, o se conforma con ser cristiano porque fue registrado en el libro de bautismo. El cristianismo no es una teoría, no es una filosofía,sino un estilo de vida que tiene de ejemplo de vida a Jesús”.

Invitó a vivir ese ejemplo de vida con alegría y que si le tenemos al Señor “en nuestros corazones, en nuestras vidas, siempre seremos felices”, pero si Dios está ausente en la familia,está excluido de la vida de cada cristiano de nuestra vida, de nuestras comunidades, entonces “nos embargará la tristeza, el agobio y a veces la desilusión, el desengaño y muchas veces el mal nos debilita como persona”.

“En el mundo, en la sociedad y nuestra misma comunidad existen tantos males que nos aquejan, tantas injusticias, violencia, tantas muertes inocentes, de jóvenes, de mujeres por la ausencia de Dios en nuestras familias, en nuestras vidas e instituciones y todo esto ocurre por la falta de Dios en nuestros corazones”, finalizó el religioso.

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