El hecho se registró en el momento en que un grupo de labriegos ingresó a la propiedad supuestamente para quemar una cosechadora que se encontraba operando en el sojal.
Los supuestos “sintierras” fueron interceptados por la Policía y los primeros rápidamente atacaron con bolitas de cristal lanzadas con honditas, momento en que los uniformados respondieron con balines de goma y gases lacrimógenos para repeler a la turba.
Uno de los uniformados, el suboficial Antonio Agüero, recibió en la zona del ojo izquierdo una bolita de cristal que, por fortuna, no le causó la pérdida de la visión aunque sí generó serias heridas.
El jefe de seguridad ciudadana, Óscar Pedrozo, dijo que actualmente se encuentran custodiando la zona y por el momento se tiene una tensa calma en el lugar.