El albergue tiene capacidad para 70 camas y cuenta con cinco pabellones, cuatro de ellos destinados a internaciones, y un bloque principal para descanso y aseo médico.
Dispone de un consultorio médico, sanitarios, una cocina-comedor y una lavandería, distribuidos en un espacio de unos 2.000 metros cuadrados.
El pabellón será destinado a pacientes que den positivo a COVID-19, que podrán ser alojados con todas las comodidades para recibir supervisión médica y seguimiento a la evolución de sus cuadros.