Sin embargo, en cuanto a bienes, el padre supera ampliamente a lo declarado por el hijo y también en crecimiento patrimonial.
Entre 2002 y 2008, el patrimonio de Bader Rachid Lichi creció un 40%, llegando a tener unos G. 7.780.000.000 netos.
No solo contaba entre sus activos con varias propiedades sino también con numerosos vehículos, incluso de gran porte, utilizados para la producción agroganadera.
Demás está decir que en ambos años declaró un hato importante de ganado valuado en G. 2.500.000.000 e incluso acciones –cuyo valor no especificó–.
Su hijo Jalil Rachid, por su parte, entre 2014 y 2015 declaró como principal activo una camioneta y una biblioteca con “libros técnicos”, valuada –según refirió– en G. 15.000.000.