Las ollas populares no cuentan con insumos de verduras, carnes o pollos para seguir funcionando. La olla popular en el barrio San Blas no recibe ninguna ayuda de la SEN y lo que más les cuesta a las familias en la zona es el sostenimiento de la cocina, ya que ante la falta de empleo e ingresos económicos no pueden comprar ingredientes todos los días. La realidad más dura, dicen los representantes, es comer arroz o fideos hervidos para paliar el hambre. “Abriguemos al Bañado”, que aglutina a estudiantes universitarios de la UNA y la UCA y que empezó de un grupo de exalumnos del colegio Cristo Rey, hoy es la Red Solidaria de Jóvenes que viene trabajando con la organización JuvenSur, jóvenes trabajadores del Bañado Sur y que están sosteniendo las ollas populares en distintos barrios con donaciones.
Así es como contactaron con María José Benítez, quien donó ayer una olla popular para 200 niños y niñas por el cumpleaños número 2 de su hija a la comunidad San Blas.
Ayudar a quienes pasan mal en pandemia
María José Benítez nos comenta que esta idea nace porque ahora en estos tiempos de pandemia hay mucha gente, " muchas familias que la están pasando mal y es muy preocupante ver a tantos niños, niñas y adolescentes que están sufriendo hambre en estos tiempos ante un Estado que no hace nada”.
En nombre de María Eugenia
“Con Abriguemos al Bañado realizamos una olla popular, para colaborar para el almuerzo de 200 niños y niñas, en nombre de mi hija María Eugenia, para compartir la alegría y también la bendición por su vida, por nuestras vidas y por la vida de muchas personas. Nosotros en la familia siempre decimos ‘nadie se salva solo’ y todos juntos tenemos que salir para adelante y esa es la principal idea que nos motivó, de que más personas se vayan sumando a ayudar a las ollas populares porque mucha gente está pasando hambre, está pasando muy mal y espero que esta iniciativa contribuya a que más personas puedan solidarizarse. Compartir el pan con los que menos tienen. Y compartir una sola mesa. Porque de esta salimos todos”, sostiene María José Benítez.
“Nosotros somos una familia muy numerosa y solemos festejar entre todos los cumpleaños y con amigos y suele ser bastante grande, y como esta vez no vamos a poder reunirnos, entonces decidimos compartir con los niños y niñas del Bañado Sur este día especial para celebrar los dos años de María Eugenia”, señala María José.
Estado corrupto
El dirigente universitario Paulo Cosetti dijo que lograron cubrir esta semana hasta hoy viernes los almuerzos para 200 personas en la comunidad San Blas. “Queremos que más personas festejen su cumpleaños o el de sus hijos donando ollas populares para aliviar el hambre momentáneamente”, refiere. “Es muy injusto y doloroso que las familias estén pasando hambre por culpa de este Estado que les roba el pan, sus sueños, su futuro y que está acusado de grandes corrupciones en plena pandemia”, señala.
“Después vamos a cubrir almuerzos de ollas populares en el Bañado Norte del 27 al 31 de julio, porque también hay ollas que ya se quedaron sin insumos y estaríamos armando así como esta campaña intensa para tratar de llegar los cinco días de la semana”, dice Cosetti.
Intensa campaña para que no mueran las ollas
Luis Narvaja, dirigente de la organización JuvenSur, señala que las ollas están atravesando por situaciones de crisis. “Aumentando así el hambre en los bañados”, comenta.
“Si tenemos hambre, no tenemos ganas de jugar, no tenemos ganas de estudiar, no tenemos ganas de trabajar. Nos consume la tristeza. Esta semana se logró completar el almuerzo en la comunidad San Blas que ya no estaba funcionando y que no recibe ayuda del SEN.
“Nosotros también apoyamos otras ollas en la comunidad Jukyty, Virgen de Luján, Porvenir y Caacupemí. Pero la campaña de esta semana hicimos principalmente para que esta olla de la comunidad San Blas no pare y se mantenga activa. Vamos a estar cubriendo en total 800 platos de comida hasta hoy viernes. Estamos proyectando también y dependería de los insumos que se consigan por medio de las donaciones ayudar a ollas populares en el Bañado Norte que dejaron de funcionar por falta de insumos”, menciona Luis Narvaja.