No se puede descartar que la actual pandemia, probablemente, haya alterado los hábitos de alimentación de las personas. Lo que sí es importante saber es que la selección de alimentos debe realizarse de manera inteligente para que no solamente brinde saciedad al estómago, sino también, pueda ayudar al organismo a tener defensas fuertes para poder paliar en algo el impacto que genere la posible presencia de enfermedades estacionales.
El licenciado en Nutrición Antonio Danei manifiesta que al momento de seleccionar los alimentos se debe tener en cuenta el valor nutricional; eso quiere decir que no sumen calorías vacías y que ofrezcan micronutrientes importantes para el funcionamiento del cuerpo como vitaminas y minerales.
“Se deben incluir las frutas y verduras en las diferentes comidas del día. Cuanto más colorida y variada sea la selección, mucho mejor. Aportan antioxidantes que ayudan a los tejidos del cuerpo a realizar sus funciones de manera óptima”, agregó el doctor.
Sobre las frutas y verduras
Además de las vitaminas, la energía y los minerales que aportan las frutas y las verduras, está la fibra que es muy útil para el equilibrio de la flora bacteriana del intestino, que no solamente beneficia al fortalecimiento del sistema inmunológico, sino que también promueve la producción de la vitamina K, indispensable para la coagulación de la sangre y para la salud ósea, pero es importante mencionar que las bacterias también ayudan a prevenir niveles altos de colesterol en la sangre, promoviendo de esa manera un efecto cardioprotector.
“Como se ha visto, las frutas y verduras no deben faltar en la alimentación ningún día del año. Las porciones por día son cinco, tres de frutas y dos de ensaladas de vegetales. Si se respetan las leyes de la alimentación, es mucho más fácil mantener lejos a las enfermedades”, mencionó Danei.
Guía alimentaria del nutricionista
Cuando los requerimientos energéticos se aumentan, es decir, cuando sube la intensidad de ejercicios o de actividad física al entrar en primavera, es importante seguir esa progresión con aporte de energía a través de los alimentos, por supuesto. Un exceso conducirá a un aumento del peso corporal; por ello es fundamental la realización de la consulta nutricional para llevar adelante un plan supervisado libre de contratiempos y en eso radica la adecuación.
La cantidad debe ser la justa y evitar los extremos. En cuanto a la calidad, a esta altura del año y siempre, se debe optar por el consumo de alimentos cuya preparación sea saludable y no abusar en el consumo de alimentos fritos.
Con respecto a la armonía, se puede decir que la alimentación debe aportar todos los nutrientes que el organismo necesita, por ejemplo, los cereales como el arroz, la avena y el maíz, de forma diaria, es mejor que los cereales sean integrales. También en el primer grupo se encuentran los tubérculos y las raíces; es bueno consumir cuidando siempre las cantidades de batata y mandioca.
Los lácteos no deben faltar porque además de proteínas, aportan vitaminas y minerales necesarios para la salud.
El huevo, las legumbres y las carnes con poca grasa representan el principal grupo que aporta proteínas para el cuerpo, son importantes para la regeneración de la masa muscular que es sinónimo de salud.
Los otros grupos de alimentos que faltan para completar corresponden a las grasas y a los dulces, cuyo consumo debe ser más limitado. En este grupo están los aceites vegetales –ideales en su forma cruda para aliñar las ensaladas– en poca cantidad. Lo ideal es evitar el consumo de azúcar de mesa en exceso, al igual que las bebidas azucaradas.