Banco Mundial estima crecimiento moderado del 3,7% para la región y del 3,3% para Paraguay

El Banco Mundial (BM) espera que la actividad económica regional crezca un 3,7 % en 2021, a medida que se flexibilicen las iniciativas para mitigar la pandemia, se distribuyan vacunas, se estabilicen los precios de los principales productos básicos y mejoren las condiciones externas. Para nuestro país el organismo estimó un repunte del 3,3%, de acuerdo con el informe de perspectivas globales que dio a conocer hoy.

Proyecciones sobre evolución del PIB en América Latina. Para nuestro país estiman un repunte del 3,3% para este 2021
Proyecciones sobre evolución del PIB en América Latina. Para nuestro país estiman un repunte del 3,3% para este 2021

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No obstante, el organismo internacional advierte que el repunte será muy débil y que se produce después de una década de crecimiento lento. En un escenario negativo, en el que se retrase la distribución de las vacunas, con efectos económicos secundarios, el crecimiento podría ser aún menor, en alrededor del 1,9 %.

Para nuestro país el BM proyecta un crecimiento moderado del 3,3%, aunque mejoró su proyección para el 2020 desde un bajón del 2% a una retracción del 1,1%.

Mejora ambiente regional

Según el informe del BM, en Brasil se prevé que el aumento de la confianza de los consumidores y las condiciones crediticias benignas respaldarán un repunte del consumo y la inversión privada, y que esto a la vez impulsará el crecimiento al 3 % en 2021. El sector privado se recuperará más lentamente que el industrial debido a la persistencia de un cierto grado de aversión al riesgo entre los consumidores.

En cuanto a la economía de Argentina, el Banco Mundial espera que crezca un 4,9 % en 2021, dado que la flexibilización de las medidas de mitigación de la pandemia y la disminución de la incertidumbre en torno a la reestructuración de la deuda respaldarán el consumo y la inversión privada.

El organismo internacional refiere que la región de América Latina y el Caribe se ha visto gravemente afectada por la pandemia de COVID-19, tanto desde el punto de vista sanitario como desde una perspectiva económica. Se calcula que la economía regional se contrajo un 6,9 % el año pasado debido a que los hogares y las empresas exhibieron una conducta de aversión al riesgo y las medidas para controlar la pandemia limitaron las actividades en el sector formal.

Además, empleo formal, las horas trabajadas y los ingresos laborales han disminuido marcadamente.

Riesgos por alto endeudamiento

Según el Banco Mundial, el ritmo de actividad podría disminuir por varios factores, entre ellos, la imposibilidad de contener la pandemia, problemas relacionados con la deuda y el financiamiento externo, el resurgimiento de tensiones sociales, daños económicos ocasionados por la pandemia cuya gravedad no se previó, y perturbaciones relacionadas con el cambio climático y los desastres naturales.

Explican además que el deterioro de la confianza de los inversionistas es un grave riesgo para las perspectivas económicas. Si bien el estímulo fiscal ha sido necesario para amortiguar el golpe de la pandemia, el espacio fiscal se ha utilizado en gran medida y la deuda pública ha aumentado marcadamente, advirtió este martes el Banco Mundial

La capacidad crediticia se ha reducido en toda la región. La combinación de una arraigada desigualdad de oportunidades, la percepción negativa de la eficacia de los Gobiernos y el aumento de la pobreza podría reavivar los conflictos sociales.

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