La pobreza es la condición en la que una parte de la población no cuenta con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. El indicador está relacionado con el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), ya que una economía en expansión tiende a generar empleo e incrementar los ingresos de los hogares, lo que contribuye a reducir la pobreza. Sin embargo, esta analogía no siempre es directa, ya que factores como la inflación, la desigualdad, las políticas sociales y las crisis económicas pueden influir en el impacto del crecimiento sobre la pobreza.
De acuerdo con el reciente informe Business Ready del Banco Mundial (BM), el sector privado desempeña un papel fundamental en los países en desarrollo, ya que genera alrededor del 90% del empleo, aporta más del 80% de los ingresos fiscales, representa el 75% de la inversión total y genera más del 70% de la producción.
WASHINGTON. El Banco Mundial lanzó un pronóstico sobre las materias primas que sufrirían un impacto por la sobreoferta de petróleo previsto para el próximo año.
Los antecedentes dan cuenta de que los impuestos a la riqueza han sido promulgados o considerados por varios países en distintas épocas. De hecho, algunas naciones europeas los implementaron tras la Segunda Guerra Mundial con el fin de generar recursos para reconstruir sus economías, mientras que más recientemente, la pandemia de covid impulsó el debate e, incluso, en algunos casos, fueron creados impuestos a la riqueza temporarios para contrarrestar los costos del estímulo fiscal, se expone en el informe del Banco Mundial (BM).
En la edición anterior eran compartidas determinadas aristas del reciente informe del Banco Mundial (BM) en el que se exponía, en parte, la dinámica que han tenido los principales indicadores económicos a escala global, su impacto a nivel regional y las perspectivas en el corto plazo. Además, se adelantaba que para el organismo la desigualdad, los impuestos elevados a la inversión productiva que limitan el crecimiento y la continua falta de espacio fiscal en América Latina y el Caribe llevaron a una situación donde gravar la riqueza es una forma posible de abordar estos tres problemas.
El mundo cambió y el país se encuentra en una encrucijada frente a un panorama global en constante evolución . El desafío pasa por el diseño e implementación de una estrategia país inteligente que apueste por el crecimiento, equilibrando la sostenibilidad y la inclusión, con una visión innovadora y disruptiva.