Villamayor insiste en que no hubo irregularidad y muestra un borrador

El jefe de Gabinete de la Presidencia, Juan Ernesto Villamayor, insistió ayer en que no existió irregularidad alguna en el intento de acuerdo secreto de la deuda con PDVSA. Solo exhibió uno de los dos borradores.

Juan Ernesto Villamayor, jefe de Gabinete de la Presidencia de la República, no renunciará.
Juan Ernesto Villamayor, jefe de Gabinete de la Presidencia de la República, no renunciará.

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El jefe de Gabinete Civil de la Presidencia brindó ayer una extensa conferencia de prensa en la que sostuvo que su participación en la negociación de la deuda de Petropar con PDVSA fue netamente “protocolar” y en la que manifestó insistentemente que hay sectores que buscan su salida del cargo.

Villamayor sostuvo que su participación se limitó a presentar una propuesta de reducir el monto adeudado, que fue aceptada por los delegados venezolanos y transformada en un pacto, que posteriormente fue rechazado por nuestro Gobierno debido a que no existe legitimidad en la representación.

El ministro aseguró que si recibió a los emisarios de Juan Guaidó fue porque los mismos solicitaron una audiencia con el presidente de la República, Mario Abdo, como inicio de las negociaciones para el pago de la deuda.

Villamayor volvió a enfatizar que nunca se pudo avanzar en el acuerdo debido a que Juan Guaidó no cuenta con legitimidad para manejar el proceso arbitral. Igualmente, manifestó que, en caso de un pacto, los US$ 26.000.000 en concepto de comisión para Sebastián Vidal, abogado del tío de Marito y representante de PDVSA, no los iba a pagar nuestro país sino la petrolera venezolana.

“Resulta indispensable que quien va a representar a PDVSA se acredite de forma adecuada, antes de que la República del Paraguay acepte este acuerdo. (…) Teníamos una dificultad, el acuerdo es extrajudicial y necesitamos que sea judicial, en consecuencia no se presta el acuerdo, por conveniente que sea económicamente. Queremos que corrija la situación”, sostuvo.

Seguidamente, reveló que el presidente Mario Abdo Benítez le solicitó, únicamente, que el acuerdo cumpla todos los requerimientos, “no por nosotros, sino por ellos (Venezuela)”.

Con relación a la publicación periodística, el jefe de Gabinete dio a entender que solo hace referencia a la situación en la que está envuelta Javier Troconis, el representante nombrado por Juan Guaidó para recuperar los activos venezolanos.

Puntualizó que las negociaciones deben realizarse entre ambas instituciones petroleras, Petropar y PDVSA, debido a que es una cuestión comercial. Añadió que, si fuera un tema de Estados, no se llevaría a un tribunal ordinario ni comercial, sino que sería un caso a tratarse en el ámbito de Cancillería.

El jefe de Gabinete aseguró que se limitó a presentar una propuesta que pretendía reducir la deuda y eliminar los intereses sobre la misma. Aseguró que no se firmó el acuerdo por la falta de documentación de la representación de Troconis ante el Tribunal de París donde se tramita la deuda. “Sin el recibo, no podíamos pagar”, sostuvo.

Finalmente, un borrador

Villamayor entregó ayer una serie de documentos sobre las negociaciones con PDVSA y finalmente allí, después de varios días, mostró uno de los borradores del acuerdo que se estaba negociando.

Según las publicaciones del Washington Post, eran dos los borradores. Pero Villamayor sostiene que hay un solo documento.

En el borrador, se señala que Paraguay propuso pagar el 50% de la deuda nominal, a cambio de una quita de la totalidad de los intereses y un descuento de la otra mitad de lo adeudado.

En el borrador que entregó Villamayor y en el que aparece la firma de Javier Troconis, enviado de Guaidó, aparece que el pago de los honorarios de Vidal quedaría a cargo de la petrolera estatal venezolana.

Cuestionado sobre la falta de transparencia, Villamayor sostuvo que tiene dudas de que se deba informar sobre hechos que no fueron concretados.

En reiteradas oportunidades dijo, además, que si tuviera la posibilidad, insistiría en la firma del acuerdo en los términos establecidos porque “se trata de un ahorro de US$ 160 millones” y reiteró que su única participación fue alertar sobre los errores de forma del documento.

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