ANDE: combate a morosidad era fuente de negociados

Resumen de órdenes de trabajo y montos considerados como indebidamente facturados.Archivo, ABC Color

La intervención a la Agencia Regional Alto Paraná de la ANDE constató la inutilidad de los trabajos sobre el combate a la morosidad, que en rigor fueron una fuente de pagos a contratistas por trabajos que no fueron realizados o, en el mejor de los casos, fueron mal ejecutados. Sin embargo, llegaron a facturar por más de G. 1.470 millones.

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“Existen sólidos indicios de la existencia de negociaciones no permitidas entre los operarios de las empresas contratistas y los clientes afectados, con cortes no realizados pero informados y facturados como si lo fueran, para más tarde facturar también las reconexiones supuestamente ejecutadas sobre estos suministros que no fueron realmente cortados”, menciona el documento de la intervención a la Agencia Regional Alto Paraná de la ANDE. El mismo data de 29 de abril del 2020.

Los interventores, el Ing. Héctor Vera (Área de Distribución), el Lic. Atilio Barreto (Área Comercial) y el Ing. Jorge López (Área Administrativa) detectaron órdenes de trabajo y montos en guaraníes considerados como indebidamente facturados, debido a las irregularidades constatadas según los criterios y controles establecidos, por un total de G. 1.470 millones.

El informe da cuenta de un total facturado de G. 1.566 millones por 67.462 órdenes de trabajo estudiadas, y que fueron consideradas como efectivas solo G. 196 millones, por 7.611 órdenes de trabajo, o sea, el 12,5% de lo facturado y el 11,3% de la total de órdenes asignadas.

“Se identifica un total descontrol en el manejo de estas actividades. No existe ninguna verificación de control sobre las órdenes asignadas”, resalta el documento de la intervención. Menciona entonces que el caso es aún más notorio e irresponsable al asignar órdenes de reconexión a suministros a los que nunca se asignó orden de corte previa. “Tampoco parece haber una orientación clara para elegir la modalidad más conveniente cuando más de una pueda utilizarse para la ejecución de un trabajo”, añade.

Descontrol

Para los interventores, la operativa actualmente establecida favorece este descontrol, ya que obliga a trabajar en dos sistemas informáticos independientes para la programación de estos trabajos. Esos sistemas son el OPEN-SGC, por un lado, y el SMOD, por el otro, existiendo poca o nula integración efectiva entre los mismos, y sin embargo, mucha interacción humana y manual en el proceso de trabajo.

“Esto propicia la situación descrita, tanto de pretender hacerlo de forma intencional, o por alguna negligencia involuntaria, dada la falta de controles efectivos para prevenirla, y también por la enorme cantidad de operativa asociada”, se lee en el informe de intervención.

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