ENCARNACIÓN (Juan Augusto Roa). “Nos vemos obligados a realizar esta manifestación porque el Gobierno no cumplió su promesa de entrega de tres kits de alimentos y un subsidio de G. 500.000 a las familias que quedamos sin trabajo y sin fuente de sustento desde que comenzó la pandemia”, señaló Sergio Mereles, uno de los voceros de un colectivo de reclamantes nucleados en un grupo denominado “Gremios Unidos del Sur”, conformado por vendedores informales del puente internacional (paseros) taxistas, mototaxistas, empleados de tiendas, vendedores en mesa, entre otros.
El dirigente de afectados por la caída de la actividad comercial en la frontera cuestionó el incumplimiento del Gobierno de un acuerdo al que arribaron ya en noviembre pasado, consistente la entrega de tres kits alimentarios a cada familia vulnerable del sector, en un lapso de tres meses. “Entregaron una vez, el 23 de diciembre, y luego se olvidaron de nosotros”, reclamó. Ahora el pedido de ayuda se extiende a todo el año, y no solamente a tres meses como al principio, porque la frontera con Argentina continuará cerrada todo el año.
Esta nueva exigencia responde a una decisión del gobierno argentino de ampliar la emergencia sanitaria en dicho país hasta el 31 de diciembre del presente año. Una de las esperanzas que guardaban los trabajadores de frontera es una próxima apertura de la frontera, lo que les permitiría retornar a sus actividades, pero esta es una posibilidad lejana en estos momentos.
Además de la ayuda alimentaria y el subsidio económico, los trabajadores informales piden la exoneración de los servicios básicos, agua y energía eléctrica, y que se difiera el pago de impuestos a comercios ubicados en el circuito comercial.
Los manifestantes se congregaron en la rotonda de acceso a la ciudad, en el barrio Quiteria, desde las 08:00 hasta las 10:00, y luego se instalaron en inmediaciones al centro de frontera, donde permanecen en vigilia.