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El protagonista es el interno de la penitenciaría nacional Sergio Daniel Ramírez Aguilar, alias Malavisión, de 44 años, nacido en Remansito, Chaco, el 18 de junio de 1976.
Estos datos están consignados en su prontuario penal que fue habilitado cuando comenzó a delinquir, hace unos 25 años, ya que con esta identidad nunca tuvo una cédula.
Sergio Ramírez, por entonces ya consolidado como un renombrado asaltante, fue detenido el 19 de enero de 2005, cuando llevaba apenas nueve meses fuera de prisión, después de que comandara en Asunción el asalto a tiros contra el que era cuando eso presidente del club Tacuary Francisco Ocampo y su guardaespaldas Francisco Almada.
Por esta causa, “Malavisión” ligó una condena de 15 años.
Razones humanitarias
Sin embargo, a mediados de diciembre de 2010, el entonces juez de ejecución de Encarnación, Alberto Irala, inexplicablemente armó una selecta nómina de los convictos más peligrosos del Paraguay, entre ellos “Malavisión”, y les dio la libertad a todos alegando “razones humanitarias”.
Obviamente, el magistrado fue destituido y sus resoluciones revocadas, aunque “Malavisión” cayó recapturado recién el 4 de enero de 2016, luego de que ingresara a un sanatorio privado de Fernando de la Mora con una herida de bala sufrida al cometer un golpe.
En esa época, integraba la banda del tristemente célebre delincuente Nelson Gustavo López González, alias Yakare Po, quien murió dos meses antes.
Durante el tiempo que estuvo fugitivo, entre 2010 y 2016, Sergio Daniel Ramírez Aguilar, alias Malavisión, operó con una nueva identidad que le vendió la propia Policía Nacional.
Fue el 22 de marzo de 2012, cuando el Departamento de Identificaciones le otorgó la cédula número 7.105.440, a nombre de Darío Fidel Villalba Fernández, nacido el 18 de diciembre de 1978 y con domicilio en Carayaó.
Paradójicamente, sin tener cédula con su nombre original, “Malavisión” compró una con la identidad de otro hombre. Cuando eso, resultaba imposible que le asignaran un documento sin que se obviaran algunos requisitos básicos, como certificado de nacimiento o datos de sus padres, que obviamente tuvieron que haber sido fraguados por los propios policías.
De todos modos, aunque ya tenía otro nombre, cuando regresó a prisión, “Malavisión” continuó cumpliendo su condena de 15 años con su identidad auténtica, Sergio Daniel Ramírez Aguilar.
Agrupación Especializada
Tras su recaptura, Sergio Ramírez o Darío Villalba estuvo solo un breve periodo en Tacumbú, ya que por su peligrosidad lo transfirieron a la Agrupación Especializada.
Precisamente, mientras estuvo recluido en el cuartel policial, “Malavisión” ayudó a escapar a los entonces máximos jefes del Primer Comanda da Capital (PCC) recluidos en nuestro país, los brasileños Thaigo Ximénez, alias Matrix, y Reinaldo de Araújo, alias Chocolate.
El escape de estos se produjo el domingo 16 de diciembre de 2018, cuando cortaron los barrotes de su celda y salieron del cuartel vestidos de policías.
Malavisión fue el que les organizó la fuga desde su celda y utilizó a su novia Yennifer Alodia Monges Chaparro, en aquel entonces de 18 años, quien rescató en su automóvil a los dos brasileños y los llevó a su departamento del barrio Sajonia.
De este último lugar, “Matrix” y “Chocolate” fueron recogidos por el hermano de “Malavisión”, Milciades Nazario Aguilar, cuando eso de 39 años, quien ofreció un asado a los evadidos en su casa de Remansito.
Al día siguiente, los dos brasileños huyeron al departamento de Canindeyú, donde Reinaldo de Araújo, alias Chocolate, fue abatido por la Policía el 5 de marzo de 2019 en Villa Ygatimí. Thiago Ximenes, alias Matrix, fue recapturado tres días después y entregado al Brasil el 11 de marzo del mismo año.
El juicio
Por aquel escape de los brasileños, las fiscalas Alicia Sapriza y María Irene Álvarez consiguieron el 12 de mayo pasado una nueva condena de cuatro años para Sergio Daniel Ramírez Aguilar, alias Malavisión, por liberación de presos y frustración de la persecución y ejecución penal.
Su novia, Yennifer Alodia Monges Chaparro, fue penada a dos años y medio de prisión.
El hermano de “Malavisión”, Milciades Nazario Aguilar, fue declarado rebelde, ya que no se presentó para el juicio.
El taxista Marcos Antonio Giménez Álvarez, quien fue contratado por Nazario para trasladar a los reos evadidos, fue absuelto por el Tribunal de Sentencia integrado por Wilfrido Peralta, Héctor Escobar y Sandra Farías.
El Ministerio Público no pudo conectar con el escape a los policías de la Agrupación Especializada que inicialmente quedaron presos como sospechosos de complicidad.
La nueva sentencia de “Malavisión” empezará a regir recién cuando termine la condena que cumple actualmente.
Sin embargo, este último juicio contra “Malavisión” estuvo a punto de quedar truncado cuando inesperadamente, durante una de las sesiones, apareció en los documentos su otro nombre, Darío Fidel Villalba Fernández, lo que desató dudas entre los magistrados juzgadores y sorpresa hasta entre los acusadores del Ministerio Público.
Cuando, finalmente, se conoció la sentencia, la Fiscalía pidió que los jueces ordenen que se investigue cómo es que la Policía proveyó una identidad falsa a uno de los criminales más peligrosos del país.
De hecho, la semana pasada, al hacerse la notificación formal de la sentencia a las partes, el Tribunal envió los antecedentes a la Fiscalía, que a su vez tiene que designar ahora un agente para investigar a la rosca policial corrupta.