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Según explicó, en reunión plenaria del organismo se autorizó a los directores técnicos de Itaipú (paraguayo y brasileño) que dispongan del embalse a fin de mantener el suministro eléctrico para ambos países y, en ese contexto, se respondió también al pedido de la Cancillería Nacional y de los armadores de nuestro país, que pidieron otra ventana de agua para asegurar el caudal del río Paraná y lograr que una vez más los productos lleguen a su destino en mercados internacionales.
Precisó que en esta ocasión no se está liberando el agua por el vertedero, sino que se está turbinando todo lo que se libera, por lo que se prevé un periodo prolongado de casi una semana, de forma que el río Paraná tenga una altura mínima para que las embarcaciones puedan navegar. “Toda la energía producida en este tiempo se está vendiendo tanto al Paraguay como al Brasil; por tanto, no hay ningún tipo de desperdicio desde el punto de vista de la Itaipú”, acotó Viedma.
De acuerdo con los datos brindados por el consejero, cuando arrancó la operación el nivel del embalse se encontraba en 218,4 metros sobre el nivel del mar (msnm) y se espera llegar aproximadamente a 217,5 msnm cuando concluya el operativo.
En cuanto al flujo de agua actual, refirió que se mantiene en un promedio de 6.000 a 6.500 m³/s y como prácticamente se turbina todo lo que llega al embalse, eso permite mantener el nivel. “Esto depende mucho también de las circunstancias climáticas, porque es importante aclarar que en invierno se consume menos energía, no como en verano. Por eso se monitorea en forma constante”, resaltó.
Cabe indicar que la operación “ventana de agua” se implementará hasta el 31 de mayo y la misma se realiza en coordinación con la Central Hidroeléctrica de Yacyretá y el Organismo Nacional del Sistema Eléctrico del Brasil, que tiene a su cargo todas las hidroeléctricas que están aguas arriba del río Paraná y sus afluentes.