–¿Cuántos años?
–Tengo 37, sanlorenzano y colorado, actualmente expulsado del partido. Soy del partido Hagamos, un joven que tuvo que remar desde abajo para salir adelante. Soy un paria de la injusticia, hijo de las oportunidades. Me fue bien en los negocios. Me considero creativo.
–¿A qué se dedica?
–Tecnologías digitales. Comencé cuando tenía 19 años con mi esposa. Mi conexión es permanente a través de las redes sociales. Tengo invitaciones de todo tipo y en infinidad de lugares. Estoy en Facebook, Instagram, Twitter. Hay un canal de YouTube. Tengo un equipo de campo. Doy trabajo a más de 300 personas.
–¿Por qué quiere ser Presidente?
–Yo tengo mi historia de vida. No nací en una élite. Doy fuentes de trabajo. Yo sé perfectamente lo que el pueblo quiere: oportunidades. Los jóvenes lo que queremos es oportunidad de trabajar, queremos una educación de gran nivel, una salud gratuita de primer nivel. El paraguayo hoy no está metido en la cuestión política. No le interesa. Necesita solucionar sus problemas, necesita comer y estudiar; salir a la calle a trabajar y volver a su casa sin que le pase nada. Necesita seguridad, crecer aquí y no emigrar. Yo quiero ofrecer mi experiencia creativa para ayudar a enderezar esta política tan corrompida que tenemos. Todos vemos con impotencia la corrupción que reina en el Estado.
–¿Cómo surgió la idea?
–En realidad yo ya estaba en el baile cuando se planteó la posibilidad de que Norman Harrison sea el candidato del Partido Liberal para enfrentar a Efraín Alegre. Yo iba a entrar como candidato a Vice pero Norman se bajó de la candidatura y quedamos acéfalos. La idea es continuar con el proyecto para polarizar con Efraín Alegre la disputa por la candidatura.
–Usted dice anular a Alegre.
–Sí, vencerlo a Efraín para enfrentar a esta gente que se adueñó de la marca colorada y que ya se prepara de nuevo para continuar porque el Estado para ellos es un gran negocio.
–Ya lanzaron por ahí que usted es el delfín de Blas Llano, el ultrarrival de Efraín.
–No. Lo que pasa es que hay que ser pragmático. Efraín Alegre no se va a bajar de su candidatura.
–Pero tiene los números. Gana en todas las internas.
–Sí, pero si unimos a toda la oposición liberal para enfrentar a Efraín, él va a perder.
–Blas Llano y quién más.
–Blas Llano, Dionisio Amarilla, Salyn Buzarquis, el Frente Guasu y demás, todos encabezados por una figura diferente.
–¿Quién le apoya?
–Aparte del partido Hagamos, en el partido Liberal fui invitado por el senador Blas Llano a reuniones. Me dijo que al interior del partido Liberal él apoya la candidatura del doctor (médico) Hugo Fleitas, gobernador de Cordillera. Pero por fuera del partido dice ver en mí como el mejor perfil que puede tener la oposición para la Presidencia. Aparte hablo con el expresidente Lugo, hablo con Salyn Buzarquis, con Ricardo Estigarribia (intendente de Villa Elisa), con Miguel Prieto (intendente de Ciudad del Este), hablo con Luis Yd (intendente de Encarnación), hablo con Dionisio Amarilla. Estoy tratando de hablar con todos los actores políticos. Obviamente hay que profundizar la charla.
–Una coalición al estilo 2008.
–Exactamente.
–Efraín estuvo cerca de ganar en el 2018. Perdió por menos del 4 por ciento.
–Efraín no le va a ganar al Partido Colorado. Hay que ser realista. Es más, el plan es también sanear el Partido Colorado. Yo quiero volver al partido Colorado como otros muchos que fueron expulsados. La idea es sacarle a esta gente que con el membrete del partido se aprovecha de la democracia para hacerse millonarios empobreciendo cada vez más a los paraguayos. En el 2023, la gente ya no va a ir a votar por los partidos. Va a votar contra los sinvergüenzas. Yo me presento porque considero que mi propuesta es fresca, moderna, aglutinadora, aperturista, con visión de futuro. Los tiempos cambiaron. Yo no soy mediático como otros que buscan esta candidatura. No soy de los que recorren a diario los medios de prensa sin ofrecer más que su verba. Yo trato de ser criterioso, analítico, práctico. Trato de ser consecuente con mis palabras para que la gente confíe. Tenemos que ofrecer algo diferente al electorado. No digo algo antisistema pero algo que rompa los esquemas, que sea disruptivo y trasversal, con las cartas en la mesa pero con líneas claras: la lucha contra la corrupción en primer lugar, que es mi bandera; la modernización y optimización del Estado y principalmente una reforma general del Estado.
–Que contemple qué.
–Que el Poder Judicial no sea una dependencia del Ejecutivo ni del Legislativo, en primer lugar. Un pilar fundamental es la reforma del gasto público. El Estado es un elefante blanco que ya no puede seguir como está. No puede ser que el 87% del dinero del presupuesto se destine a pagar salarios. No le queda nada al Estado para inversión. Es un retroceso.
Quiero un país con equidad social, donde de la pobreza nuestros compatriotas pasen a la clase media, la extrema pobreza pueda saltar un peldaño más arriba y así, con logros prácticos. Quiero plantear un país más seguro, con educación de primer mundo y salud para todos. No hay mucho secreto. El tema es que no se robe y despilfarre más como se hace hasta ahora.
–¿Quién sería para usted el candidato colorado?
–Santi Peña. No creo que Hugo Velázquez pueda con Cartes. Peña tiene una formación profesional importante pero es un títere de Horacio Cartes. Su papel es el de disfraz para que su jefe vuelva a mandar desde el Palacio de López. Me duele además como colorado expulsado de mi propio partido que acepten como presidenciable a un producto de la dedocracia. Si Cartes tiene tanta plata para gastar debería volver al fútbol, a la selección nacional, para que nos clasifique a Catar y quitarnos campeones del mundo si es posible. Su presencia en la política solo polariza los ánimos, divide, cuando el país lo que necesita es armonía, transparencia, promover a la juventud sana y no estructuras que apañen la corrupción como vemos que pasa en algunas intendencias y gobernaciones. Los paraguayos seríamos más felices si millonarios como él invierten en transparencia, autonomía, independencia de la política para promover el bien común. En el Estado necesitamos servidores, no patrones.
–Y ¿Marito?
–Nosotros le elegimos a Marito. Cada pueblo elige cuando es el tiempo de elegir. Ahí está el resultado: deudas, despilfarro, corrupción, enriquecimiento de funcionarios, tráfico de influencias, falta transparencia, falta de decoro. Tenemos un país congelado en el tiempo.
–Cómo haría usted la diferencia. Habrá muchos candidatos.
–Por mi lucha. Ya me conocen por lo que hice desde la cámara de Diputados. Denuncié las compras irregulares covid durante la pandemia, una de las ollas más grandes de corrupción. También hice las denuncias por los robos en Petropar, en la Dinac.
–Qué haría ahora mismo contra la corrupción, si fuera Presidente?
–El Presidente tiene que ser un ejemplo de transparencia. Es lo que no hemos conseguido con estos últimos Presidentes que tuvimos. La gente tiene que creer que los que están en el Gobierno no se van a animar a tocar un tornillo que perjudique a los gobernados.
–¿Cuál será su estrategia para hacerse conocido?
–Salir a caminar, recorrer todo el país, escuchar, hablar con los líderes para concretar la concertación.