Queda firme condena de contadora de la Policía y su esposo por estafa y otros delitos

La Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia rechazó el recurso de casación de la defensa y confirmó la condena, por estafa y otros hechos punibles, a la policía Carla Evelyn Velázquez Lezcano (45) y su esposo Rolando Higinio Torres Riquelme (46). El matrimonio ocasionó un perjuicio de G. 1.400 millones al propietario de un taller mecánico.

El civil Rolando Higinio Torres Riquelme y la policía Carla Evelyn Velázquez Lezcano, condenados por estafa.
El civil Rolando Higinio Torres Riquelme y la policía Carla Evelyn Velázquez Lezcano, condenados por estafa.

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Los ministros Manuel Ramírez Candia, Carolina Llanes y Luis María Benítez Riera, integrantes de la Sala Penal de la CSJ, resolvieron rechazar el recurso extraordinario de casación que planteó la defensa y quedó firme la sentencia dictada contra la contadora de la Policía Nacional, oficial inspector Carla Evelyn Velázquez Lezcano, y de su marido Rolando Higinio Torres Riquelme, condenados a 2 años y 6 meses y a 3 años de pena privativa de libertad, respectivamente.

La pareja fue condenada en juicio oral y público que finalizó el 9 de julio de 2021, en el marco de la causa caratulada: “Rolando Higinio Torres Riquelme y Carla Evelyn Velázquez s/ apropiación, estafa, lesión de confianza, producción de documentos no auténticos y producción mediata de documentos públicos de contenido falso”.

El Ministerio Público probó que la contadora de la Policía Nacional Carla Evelyn Velázquez Lezcano y Rolando Higinio Torres Riquelme le ocasionaron un perjuicio de G. 1.400 millones al señor Ramón Fretes Fretes, dueño del taller mecánico Clinicarf, donde la policía llevaba la contabilidad y su esposo era el administrador.

Contadora de la Policía y su esposo causaron daño por G. 1.400 millones

De acuerdo a lo probado en el juicio oral y público, la contadora Carla Velázquez y Rolando Torres le ocasionaron un perjuicio de G. 1.400 millones a Ramón Fretes Fretes, dueño del taller mecánico Clinicarf, donde la agente de la Policía llevaba la contabilidad y su esposo era el administrador.

Velázquez, cuyo ascenso quedó postergado por su problema judicial que ahora se agrava, prestaba servicios en el Departamento de Interpol, donde justamente ejercía la función de contadora.

Según los datos, la oficial Carla Velázquez y su esposo Rolando Torres desviaron a sus cuentas particulares unos G. 500 millones que les había dado en cheques el señor Fretes para el pago de impuestos.

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