Cargando...
“Se están analizando las opciones de cómo seguir. Lo que está claro es que el proyecto inicial no es viable, básicamente por el tema de las expropiaciones. Podemos insistir con las expropiaciones o modificar el proyecto y disminuir la afectación, que es algo totalmente factible”, manifestó esta mañana el gerente del Metrobús, Óscar Stark, en conversación con radio ABC Cardinal 730AM.
El mismo explicó que el problema surge porque cuando se construyó la ruta Mariscal Estigarribia no se realizaron todas expropiaciones y en los títulos de los frentistas siguen apareciendo algunos metros del asfalto y las veredas. “No se puede seguir con ese proyecto sin expropiar las propiedades que están frente a esas estaciones (…) Podemos esperar también a dilucidar eso y va a pasar mucho tiempo, o podemos modificar el proyecto para disminuir o eliminar la afectación”, añadió.
Lea más: Van a desmontar las obras del “estafabus”
Destacó que a través de una consultora colombiana, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se encuentra nuevamente realizando un análisis para poder determinar cuál camino se tomará para continuar con las abandonadas obras del Metrobús en tres ciudades. “Una vez que tengamos los resultados se tendrá que ver si avanzamos en un proyecto alternativo o se hacen las expropiaciones”, añadió.
En varias ocasiones, Stark criticó que se hayan iniciado las obras con un proyecto “mal hecho”, que no previa este tipo de problemas, lo cual impidió que los obreros avancen en varios tramos. Además, indicó que tampoco se haya planificado correctamente la colocación de los desagües pluviales. “¿Cómo es posible que se haya iniciado un proyecto sin resolver esos problemas tan básicos?”, cuestionó.
Finalmente, recordó que aún siguen en curso una auditoría de la Controlaría y una investigación del Ministerio Público, para determinar la culpabilidad de los anteriores directivos del Ministerio de Obras Públicas y Mota Engil, la empresa adjudicada que abandonó la obra sin culminarla.
Lea más: Mota Engil no cede en pedido de US$ 22 millones por metrobús inexistente