El narco más privilegiado

Leoncio Ramón Marecos es un narcotraficante que desde su detención en octubre de 2004 vive beneficiado por la justicia, quien pese a ser condenado a 20 años de prisión, hoy se encuentra en su casa.

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Uno de los golpes más grandes que dio la Senad fue la captura del brasileño Iván Mendes Mesquita, quien era conocido como el “zar” de la cocaína y con él cayó toda su estructura que estaba apuntalada por el paraguayo Leoncio Ramón Marecos, quien era su testaferro y que luego de afrontar un juicio fue condenado a 20 años de prisión, sin embargo hoy se encuentra en su casa gozando de un “permiso” que le otorgó una jueza supuestamente para someterse a un tratamiento médico.

Marecos prestaba a Mendes Mesquita su estancia ubicada en el Chaco, para que bajen avionetas cargadas con kilos y kilos de cocaína. Según la Senad esta estructura movía una tonelada de droga al mes.

Uno de los jefes narcos más peligrosos como lo es Marecos, hoy vive sin ser molestado en su casa ubicada en Lambaré desde diciembre del año pasado.  Para que el condenado a 20 años de cárcel no huya, se cuenta con una guardia aleatoria a cargo de la Comisaría 17 de San Isidro, según explicó la jueza Lourdes Scura, quien le autorizó a dejar la Agrupación Especializada donde estaba cumpliendo su condena.

Leoncio Marecos, desde el mismo momento en que fue detenido fue un preso privilegiado: primero nunca fue a Tacumbú, le dieron una habitación en la Agrupación Especializada de la Policía donde al estilo de todos los narcos se llenó de lujos.

El narcotraficante tenía una cama somier, televisores con conexión de cable, placard, equipo de sonido, una heladera llena de productos costosos, gaseosas y hasta bebidas alcohólicas. Hasta contaba con un secretario: el también preso Norberto Benítez, quien era el encargado de que no le falte nada. Lo más contradictorio era que esas habitaciones donde están estos presos “VIP” les fueron sacadas a los oficiales que prestan servicio en la Agrupación.

Una intervención en su improvisada celda mostró como vivía el condenado. Como es costumbre todas las autoridades policiales y judiciales se hicieron de los desentendidos del caso y alegaron no saber del caso. Marecos con el gran poder económico que tiene podía comprar todo tipo de privilegios.

Pero ahora el jefe narco se pasó y solicitó un pedido de permiso para ir a tratarse de enfermedades como diabetes, presión alta y dificultades con su próstata, la juez Scura le dio el permiso al reo con amplias ventajas como que esté en su casa y no en un hospital como se hace en cualquier otro caso y lo peor es que casi sin custodia policial.

No sería raro que el condenado al ver que tiene que volver a prisión decida huir. En ese caso se instruirán sumarios en la justicia y en la Policía, pero el daño ya será irreparable.

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