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El fiscal José Luis Llano señaló que el Ministerio Público, a cargo de la investigación de la muerte de la niña Fiorella, quien murió el 7 de julio de 2017 a causa de golpes, apelará la resolución judicial que condena a Bárbara Tamara Silva a dos años y seis meses de prisión por los hechos punibles de omisión de auxilio y falta del deber de cuidado.
Los fiscales José Luis Llano, Víctor Joel Paredes y Pedro Duarte consideran que la sentencia aplicada es totalmente aberrante y contradictoria. El tribunal alega que nadie vio cuando la niña era maltratada y que tampoco se pudo constatar a través de cámaras de circuito cerrado el maltrato o algún hecho de violencia.
La fiscalía acusa por violencia familiar debido a que en el cuerpo (cabeza, piernas, pubis, espalda) de Fiorella se encontraron varias lesiones y lo que más sorprende a los médicos forenses que examinaron el cuerpo de la nena son las varias lesiones en la zona del pubis, que son difíciles de que se produzcan por caídas como decía la madre, quien primeramente dijo que se había caído de un tobogán, después de una hamaca y, finalmente, manifestó que se cayó y dio contra la cabecera de la cama.
“Creemos que la sentencia dictada por el tribunal no se ajusta a la realidad ni a las pruebas y por esa razón vamos a apelar la sentencia que será explicada el miércoles 21 de noviembre por uno de los miembros del tribunal”, expresó Llano.
La apelación también alcanzará a Héctor Cáceres, padrastro de la niña, quien fue condenado a nueve meses de prisión por omisión de auxilio (fue liberado porque compurgó la pena).
La fiscalía había solicitado una pena privativa de 22 años para Bárbara Tamara Silva, mientras que para el padrastro, siete años de cárcel.
El Tribunal de Sentencia, compuesto por los jueces Antonio Delvalle, Lorenzo Barrios y Gabriela Llano, condenó ayer a la madre solamente por los hechos punibles de omisión de auxilio y violación del deber de cuidado. El padrastro fue condenado a nueve meses de prisión por omisión de auxilio.