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Eloy Tuanama (29) llegó a Paraguay aproximadamente a las 3:00, procedente de Perú, en un vuelo comercial. El extranjero quiso quedarse en el aeropuerto, pero se sintió muy mal, puesto que en su estómago llevaba cápsulas de cocaína.
Tuanama decidió salir del aeropuerto y recorrer Asunción, durante la madrugada de este sábado. Finalmente decidió tomar un purgante, que le hizo evacuar las cápsulas, pero tuvo que idear otra forma para transportar la droga, a fin de evitar los controles.
Como tenía un refresco conocido como “chicha”, las cargó en una botella vacía de gaseosa y lo mezcló con las cápsulas de cocaína, a fin de esconder la droga.
Las botellas la guardó en sus maletas y así se aprestó a continuar su viaje, rumbo a Tel Aviv, Israel, con el riesgo de ser descubierto en el aeropuerto de Luque o en algunas de las escalas.
La maleta la dejó en la zona de embarque, con la seguridad que ingresaría al avión, pero el can antidroga “Demen”, reaccionó ante el equipaje.
Los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), decomisaron el equipaje y ubicaron al peruano, a quien lo detuvieron. Con la presencia del fiscal Ysaac Ferreira revisaron la maleta y encontraron las botellitas con las cápsulas en su interior.
Los intervinientes encontraron 117 cápsulas de 6 gramos cada uno, que son aproximadamente un kilo de cocaína.
El peruano, por hacer el trabajo de “mula” (llevar la droga), iba a cobrar 3.000 dólares, según los agentes de la Senad. El costo final en el país de destino es de 120 mil dólares.
El viaje finalizó para el extranjero, logró sortear el control en su país de origen pero ya no lo pudo hacer en el Paraguay, pese a su esfuerzo. Un perro frustró sus intenciones. Está detenido en el cuartel de la Senad, a disposición del fiscal Ferreira.