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Denis Lichi y el procurador Sergio Coscia Nogués el 2 de diciembre pasado ya tenían todo preparado para “regalarle” el dinero de los contribuyentes a una dudosa empresa argentina. Hasta el cuestionado juez Hugo Garcete ya homologó el tema.
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El Gobierno que dice ser de la gente lo tenía bien guardadito pero felizmente salió el caso a la luz pública. Hay nombres que dentro del Ejecutivo sabían muy bien lo que estaba pasando y ahora se están haciendo del ñembotavy.
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¡Un “lindo aguinaldo”! iban a recibir los muchachos.
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Había sido que en el “Gobierno del cambio” de Lugaucho se firmó el acuerdo entre la firma argentina de raquítico capital y Petropar. Aquí un detalle importante: el procurador era el “Chino”. Pasaron los años y ahora se convirtió en el abogado de la empresa demandante contra Petropar.
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Si no ruedan cabezas, evidentemente que la protección es al más alto nivel.
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Estamos a pocos días de conocer qué les trajo el “Patrão Noel” a “Peluquín” y los “partners”. Cuentan los que saben que el Día de los Inocentes se dará a conocer el “blanqueo”. Así dicen.
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Ayer la fiscalía pidió siete años de cárcel para “Peluquín”. Vamos a ver si el Tribunal de Sentencia, conformado por Juan Carlos Zárate Pastor, María Fernanda García y Héctor Capurro, tiene la misma postura o usan un Código Penal y Procesal distinto.
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Evidentemente la prófuga Dalia López tiene un “padrino” similar o superior a Vito Antolín. Desde la clandestinidad está litigando, un privilegio que le concedió la justicia paraguaya. Sin embargo para el titular de la Corte, Martínez Simón, todo está bien.
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Con aparatosidad intervinieron un taller de confección de tarjetas que, entre otras cosas, hacía cédulas de identidad a perros. Se admitiría desde el punto de vista legal pero no tuvieron la misma conducta contra los responsables del Departamento de Identificaciones de la Policía Nacional que les entregaron de paquete los pasaportes al “dragón rojo”, Ronaldinho y su hermano Roberto, Pérez Corradi, entre otros.
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Esperemos que los paraguayos se pongan duros en la mesa de negociaciones con Argentina porque los del vecino país quieren someter a Yacyretá a su regulación. Ojalá que desaparezcan los “Joselos”.