El Presidente Peña se limitó a celebrar el supuesto acuerdo histórico con Brasil sobre la tarifa de ITAIPÚ desde el limbo, tergiversando números y recortando verdades para intentar crear un ambiente favorable que busque mitigar su rápida caída de popularidad y el alto descreimiento que ya hoy tiene la ciudadanía hacia su gestión.
Su público presente, y el pueblo también, siguieron con el Pirá Kutú, sin darse por enterados de la mentira encubierta sobre la única oportunidad histórica perdida para mejorar la calidad de vida del pueblo, hoy empobrecido por la Corrupción y la Narco Política generalizada.
Con imagen de líder republicano aseveró “este acuerdo garantiza un ingreso anual de USD 1250 millones para el Paraguay, de los cuales 650 serán destinados a gastos sociales”.
Afirmó que el Acuerdo alcanzado es un hito de gran relevancia en las relaciones bilaterales con Brasil, destacando la tarifa acordada, que generaría ingresos adicionales para el país en los próximos tres años.
Y después de tres años qué, ¿Señor, Presidente?
Más allá del discurso grandilocuente, los vacíos y las mentiras saltan por todos lados. La negociación de Itaipú no es algo para 3 años, es algo para los próximos 50 años, o más. Y en eso, estamos perdiendo el partido por goleada.
¿Al 2057, qué? Si solamente sabemos que al 2030 nos quedaremos sin energía, y sabemos que de los más de 100.000 millones de dólares generados por la entidad a la fecha, sólo 14% entró al país -y en gran medida fue a parar a las manos de la corrupción-, ¿cómo cambiamos la historia? ¿Cómo avanzamos realmente hacia el desarrollo del país?
Hacia el Anexo C, para revertir la historia
Para el redondeo final de su mentira encubierta, Peña dijo que Paraguay y Brasil se comprometían a iniciar las negociaciones respecto a la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú. ¿Hacia dónde?
Los antecedentes de este corto tiempo de gobierno nos muestran que lo único bueno son sus videitos, pero lo realmente malo es la realidad. ¿A dónde irá esta revisión?
Solo recordando que el equipo negociador está liderado por quien fuera responsable de la deuda espuria de Itaipú, y hoy asesorará la revisión del Anexo C, nada bueno puede salir de allí, sino otra entrega de nuestra soberanía antes del 31 de diciembre de 2024.
Necesitamos cambiar la historia. Nos jugamos el principal recurso de nuestro país, que junto a la tierra, la fuerza de su pueblo, su historia resiliente y todas las nuevas riquezas que vamos encontrando -como litio en el Chaco!- nos encaminan al futuro que queremos construir.
¿Más de lo mismo? ¿O cambiamos la historia? Está en nuestras manos. A dejar de escuchar discursos que nos hacen dormir, y abrir los ojos al futuro brillante que con la fuerza del pueblo despierto podemos construir.
*Graciela Congo es educadora, trabajadora jubilada de ANTELCO, Secretaria de Educación de la Central Unitaria de Trabajadores - Auténtica, e integrante de la Campaña Itaipu ñane mba´e / @itaipunanemabe