“Dame mi arma y no te hago nada”, le dijo el asaltante desarmado antes de huir

La usuaria @malibufloplu relató en la red social X la historia de un asalto que no sería creíble si la leyéramos en una novela o la viéramos en el cine. Todo sucedió el lunes en la calle Baldomero Ruiz casi Yby’a del barrio San Pablo de Asunción, cuando dos motochorros se le acercaron y uno descendió e intimó con su revólver a un joven que iba caminando a que le entregara su celular.

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Aparentemente, el asaltado, de nombre Blas Federico Maciel, quiso evitar el robo lanzando su celular iPhone 11Pro Max a una casa, pero tuvo la mala suerte de que el aparato rebotó y volvió a caer en la vereda. El asaltante, en ese momento, efectuó un disparo al aire y se apoderó del aparato en el suelo. La víctima, sin embargo, arriesgó su vida resistiendo y forcejeando con el mismo. En medio de la lucha, el arma cayó al suelo y el asaltado pudo apoderarse de la misma. Antes de eso, el conductor de la moto también descendió y golpeó al asaltado con su casco.

Personal de la Comisaría 16ª de Asunción informó que el arma encontrada en el lugar es un revólver de la marca Pucara modelo 38 especial, procedencia argentina, serie N° 148492, con dos proyectiles sin percutir y tres vainillas servidas.

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Caradurez rateril: le pidió a la víctima que le devuelva su arma

El ladrón desarmado, pero sin devolver el teléfono robado, hizo un pedido que llegó el extremo de la caradurez rateril: “Dame mi arma y no te hago nada”. El asaltado no le creyó, pero los asaltantes lograron abordar la motocicleta -de color negro tipo cobrador, con chapa 405HEA, presumiblemente de la marca Kenton- y huir concretando el robo y dejando en el lugar un casco negro de colores blanco y rojo y el arma utilizada en el asalto.

Lo que los usuarios comentaron con ironía es que lo único que falta es que el asaltante haga la denuncia por el robo de su arma. Lo que se aguarda es que las fuerzas del orden cumplan su función ante la multiplicación de hechos delictivos en las calles de todo el país.