Al Partido Liberal “o lo refundamos o lo refundimos”, dice Buzarquis

Salyn Buzarquis, abogado, con una maestría en políticas públicas, surge como el líder emergente del Partido Liberal tras la dura derrota sufrida en las elecciones. En esta entrevista, asegura que Santiago Peña será más de lo mismo de los gobiernos colorados y advierte que le marcará la cancha para que haga algo. Admite que Efraín Alegre no debió ser el candidato de la Concertación. Dice que no habrá diálogo con el partido de Payo Cubas en el Congreso si persiste en su discurso a favor de la anarquía y el fascismo. Finalmente sostiene que al partido Liberal “o lo refundamos o lo refundimos”.

Senador Enrique Salyn Buzarquis.
El senador reelecto Salyn Buzarquis (PLRA).FERNANDO ROMERO

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- ¿ Por qué fracasó el Partido Liberal en las elecciones?

- Esos votos, que naturalmente debieron haber sido nuestros, el voto enojado, renegado contra el sistema, contra el Gobierno, el voto bronca, se fueron a Payo Cubas. Es el voto que debíamos haber capitalizado. El Partido no fue el cambio que la gente quería.

- Payo fue aquel que le derramó agua por la cara y en público al intocable del coloradismo, Galaverna...

- Payo nos robó ese protagonismo de protesta contra el sistema que lideraba Efraín. El Partido Liberal perdió su identidad cultural. Escondió su bandera. Con esa conducta confusa perdió a los círculos de poder dentro del empresariado, dentro del sector productivo, en las cooperativas...

- Hicieron actos hasta con la Federación Campesina, la que promueve las ocupaciones...

- Claro que ese tipo de actos genera desconfianza. Yo puedo hacer un acuerdo pero dentro de una línea política. Hubo mucho gatopardismo...

- El partido Colorado no se apeó en ningún momento de su discurso tradicionalista, contrario al mensaje progresista que se escuchaba en la Concertación...

- El Partido Colorado, desde su fundación va más hacia la izquierda que el Partido Liberal. Se dice agrarista, progresista..., pero hoy en realidad no pasa de ser una filial del grupo Cartes... Yo no le voy a hacer una oposición alocada a Santiago Peña. No le voy a ponerle palos a la rueda o agredirlo todos los días por ser empleado de Cartes. Pero sí le voy a hacer una oposición propositiva, al estilo japonés. Nosotros le vamos a apabullar con propuestas de solución para el país.

- Dijo que está dispuesto a generar 500 mil empleos...

- Cómo, es el tema. Yo le voy a dar la receta liberal para generar empleo. Vamos a armar un gabinete técnico en diferentes áreas: en salud pública, en educación, en generación de empleo, y le vamos a marcar la cancha a Santiago Peña, pero no con posiciones agresivas. Va a ser con propuestas, con fórmulas liberales. No vamos utilizar la política de los gritos nomás.

- ¿Quién debió haber sido la dupla de Efraín para enfrentar al monstruo colorado?

- Yo creo respetuosamente que el mismo Efraín ya llegó muy estirado, muy forzado con su candidatura...

- ¿Efraín no debió ser el candidato?

- Yo creo que esta vez ya no.

- No había otro.

- No es que no había otro. En el partido Liberal hay figuras y dirigentes de primera. Mucha gente pedía: “busquen otro candidato”. Por ese clamor yo ya le enfrenté a Efraín y me ganó la interna por medio por ciento...

- ¿Eso fue cuándo?

- En la interna, hace 2 años. A partir de ahí, ya nadie le pudo frenar en el partido.

- Y ¿qué hubiera hecho usted si ganaba aquella interna?

- Si yo ganaba iba a buscar un candidato que mida bien por dentro y fundamentalmente por fuera del partido. Un candidato que no rompe la barrera del partido, que no crece fuera del partido, no puede ser Presidente. Efraín no pudo captar ese voto fuera del partido. Por eso apareció Payo llevandole muchos votos...

- Esa consigna anticartista tampoco prendió, “Patria o Mafia”...

- Eso funcionó bien para la interna, para el liberalismo duro pero la gente quiere más que eso. El ciudadano que define la Presidencia es aquel que quiere saber quién le va a llenar la heladera...

- Acá se planteó un extremo o el otro: o vencer o morir, o Patria o Muerte, consignas terminales...

- Los chichés, los eslógans, las posturas de ese tipo, como le dije, no prende en el 40% del elector que es independiente, que vive su vida cotidiana y le preocupa más el estómago que las internas. Finalmente es el que define. Nosotros no nos hemos erigido claramente como el cambio, desgraciadamente. Por eso, al final de este proceso nos queda un solo camino, que es limpiar el partido para encauzarlo como una verdadera propuesta de cambio.

- La cuestión es si habrá tiempo para evitar el extremismo que propone Cubas...

- Yo, particularmente, no quiero que fracase el nuevo Gobierno pero soy pesimista. No veo que Santiago Peña vaya a cambiar nada. Puede ser igual o peor. Por eso prenden los mensajes de un populista, de alguien que dice que (el delincuente) Roque Pyguasú va a ser su jefe de seguridad y que en su Gobierno “los partos van a ser naturales” y que “se van a acabar las cesáreas” y que propone “fusilar a los bandidos en la plaza”.

- Esta injerencia de Estados Unidos en la política local, ¿tuvo gravitación en las elecciones?

- Eso no tuvo ninguna incidencia. El partido Colorado tuvo a su voto duro fiel y no tiene más que eso. Aunque venga el propio Jesucristo no le va a sacar su clientela de 300 mil funcionarios con su olla multiplicada por 5 o 6. Nunca me hice ninguna expectativa con la campaña anticorrupción de Estados Unidos...

- Pero también hubo mucha presencia de la gente de izquierda de Cristina, de Lula, de Boric de Chile, Petro de Colombia. Hasta lo revivieron a (Pepe) Mujica que apareció como el Cid Campeador...

- Yo le soy sincero. Yo personalmente no me fui a ese acto con Mujica...

- Fue el Presidente que propuso expulsar al Paraguay del Mercosur (2012). Esta vez apareció en un momento clave de la campaña...

- Yo reconozco que Mujica es una figura interesante para el Uruguay y para el socialismo. Pero Mujica no es ninguna figura del liberalismo. Yo, como liberal no creo en la receta socialista de Mujica, de Chaves, Maduro ni Ortega. Cuando yo, liberal, le traigo como figura principal de mi campaña a un referente de la izquierda, ¿qué mensaje estoy dando a los liberales?

- Que se está moviendo claramente a la izquierda...

- Sí, y Paraguay no es un país de izquierdas. La izquierda será fuerte en otros países. Paraguay tiene un sistema bipartidista fuerte y le diría que los partidos son más de centro objetivamente, ni muy a la derecha ni a la izquierda. Por eso yo no me fui a ese acto con Mujica.

- Los colorados usaron bien el lema ese “Dios, Patria y Familia”, que era en realidad “Dios, Plata y Planilla” y tiraron a la Concertación el fardo del tema LGTB y Matrimonio Gay...

- ¡Hipócritas! De pro familia, todos saben que sus dirigentes no tienen nada. Las familias se pasan haciendo polladas para sobrevivir, para comprar medicamentos, para que sus hijos estudien mientras buscan trabajo o para que no migren, pero bueno..., les resultó. Usaron el temor diciendo “cuidado la izquierda”, “cuidado nuestras familias”. Y claro, si le traen a Mujica es el acto principal de cierre de campaña, sin lugar a dudas, el mensaje queda...

- ¿Qué nos espera con Santi Peña al frente?

- Nosotros queremos que le vaya bien al Gobierno, como le dije, y que le vaya bien al Paraguay pero me preocupa tener al frente del país a alguien sin autonomía, al secretario de un magnate. Ojalá me demuestre lo contrario pero lo más probable es que ni siquiera tenga la libertad de armar su gabinete. Es cuestión de mirar de quiénes está rodeado Santiago Peña...

- (José) Alderete, Calé (Galaverna)..., aunque este ya dice que está viejo, viejo pero zorro...

- Que nadie espere gran cosa. Todo ese esquema va a seguir. De hecho, le votaron para que siga. Y va a seguir la impunidad y se van a proteger entre ellos. No va a cambiar absolutamente nada.

- ¿Cuál es su plan para fortalecer al partido Liberal en esta coyuntura?

- Yo voy a acompañar una transición pacífica en el partido. El partido Liberal está golpeado. O lo refundamos o lo refundimos. Para refundarlo tiene que haber un diálogo amplio, una autocrítica profunda, una propuesta política seria que nos fortalezca, que desnude además las contradicciones de los que gobiernan de quienes sabemos que están ahí para no cambiar nada, están ahí para cuidar los privilegios de la casta política. Es nuestra brillante oportunidad para marcar la cancha y empezar a ser la voz de los que anhelan un cambio estructural en el país.

- ¿Qué hay que hacer?

- Para eso necesitamos un partido moderno, tecnológico, un gabinete en la sombra. Nuestro partido le corrió a sus intelectuales, a la gente más brillante, la más preparada fue rajada. Es hora de volver a traer a nuestros mejores hombres, mujeres, jóvenes y comenzar a reconstruir un liberalismo doctrinario, auténtico, con fórmula liberal, que plantee soluciones. Esta crisis nos puede dar una gran oportunidad...

- Los colorados siguen tirando leña sobre el partido Liberal, sobre Efraín. Lo consideran cadáver político...

- El partido Liberal no murió ni en la noche más cruel de la dictadura colorada del general Stroessner. Es un partido que soportó los momentos más difíciles de nuestra historia. Fue el partido que nos llevó a la victoria en la Guerra del Chaco. Es el partido de Eligio Ayala, de Gondra, de Schaerer. Es un partido con una rica historia que nadie podrá borrar jamás. Creemos que el liberalismo es la única fórmula exitosa en el mundo y estamos dispuestos a reconstruir el partido. El resultado electoral del 30 de abril no va a ser determinante toda vez que nosotros hagamos lo que tenemos que hacer.

- ¿Cuál es la relación que van a tener con Cruzada Nacional, la tercera fuerza que aborrece el sistema?

- Como demócratas, nosotros estamos dispuestos a dialogar con todos los sectores, todo dentro de la democracia y todo dentro de la institucionalidad. Nada de anarquía ni fascismo.

- Es el discurso que le gustó a la gente que votó por Cubas...

- Cuando la gente pierde la esperanza, cuando ve que nada va a cambiar, entonces cae en manos de los totalitarios. Eso ocurrió en la Alemania nazi, ocurrió en Venezuela, en Nicaragua. Mataron a los partidos políticos. La desesperanza hace que la gente apueste a proyectos que parecen una locura y le lleve a una especie de suicidio colectivo. Ese es el gran peligro que tiene el Paraguay en este momento. Por eso, le repito, con fuerzas totalitarias, con fascistas, con aprendices de dictadores yo no tengo nada que hablar.

- No hay nada que hablar con Cruzada...

- Yo no creo. Le escuché a Payo Cubas decir que es un anarquista. En cambio, yo creo en las instituciones. La anarquía es el caos, es destruir las instituciones democráticas para instalar al “único líder”. A la democracia hay que darle más democracia. Por eso es primordial ahora que el partido Liberal cumpla su rol de contrapeso al poder hegemónico del partido Colorado. Fortalecer ese bipartidismo es importante. La alternativa no es el anarquismo, el fascismo, la dictadura o el populismo...

- En esta coyuntura ¿usted está en condiciones de liderar el partido?

- Estoy en condiciones. Estoy conversando con todos los sectores, inclusive con el propio presidente, con Efraín. En lo que todos estamos de acuerdo es en que tampoco estamos dispuestos a entregar el partido a cualquiera...

- ¿Quién es cualquiera?

- A la corriente de Horacio Cartes. En el partido lastimósamente hay una línea que es cartista. Imáginese que el cartismo hoy sea de nuevo Gobierno y lo tenga al partido Liberal como apéndice. Eso es inaceptable.

- Ya hubo una experiencia nefasta con esas migajas que aceptaron de los colorados en el 99 en ese gobierno fantoche de González Macchi. El país casi se fue a la quiebra con todo lo que robaron.

- Ese gobierno fue catastrófico para el país y para el partido Liberal. Si uno es opositor es porque la gente le votó para que sea opositor. Entonces, hay que cumplir el rol de opositor. Vamos a mantener una línea de oposición clara y seria sin ningún vínculo rentado con el Gobierno.

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