El diputado colorado disidente Mauricio Espínola y el secretario general del Sindicato de Periodista del Paraguay (SPP) coincidieron anoche que el gobierno cartista, tras atacar con una ley a las ONG, ahora el siguiente paso es ir contra una legislación que regule la prensa, considerado el otro enemigo.
El 8 de agosto de 1967, nuestro diario salió a la luz con “fe en la Patria”: la sigue teniendo, pues confía en que la gran mayoría de los paraguayos comparte valores tales como la libertad, la honestidad y la justicia, a menudo amenazados desde el poder político. Clausurado por la dictadura de Alfredo Stroessner en 1984, reapareció cinco años más tarde para continuar bregando por esos bienes inmateriales, aunque enfade a los autoritarios y a los corruptos de viejo y nuevo cuño. No habrán de amilanarle las querellas ni las “comisiones garrote”, entre otros recursos a los que hoy se apela para sofocar denuncias inspiradas en el bien común, como ser la lucha contra el enriquecimiento ilícito en la función pública y el copamiento de las instituciones por las clientelas políticas, entre otras prácticas deleznables aún vigentes.
El diario se impuso en la sociedad desde su primer día de circulación, en 1967, ofreciendo lo último en tecnología de la época, el sistema offset de impresión y el color. ABC se fundó en pleno auge del autoritarismo stronista, un término lejano este para los jóvenes de hoy que no conocieron el estado policiaco en que se desenvolvió el país tanto tiempo y que mantuvo a cada ciudadano vigilado en todos sus actos. Una mera intriga era suficiente para ser perseguido, preso o exiliado.
El exsenador Juan Carlos “Calé” Galaverna (ANR) usó por años su influencia para someter desde la Corte Suprema de Justicia, así como a través de miembros del Consejo de la Magistratura y del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, quienes asistían a los ostentosos cumpleaños del cuestionado exlegislador, en una época que coincidió con su blanqueamiento en el proceso de vaciamiento y quiebra del BNT .
El exsenador Juan Carlos “Calé” Galaverna (ANR) usó su influencia en la justicia para zafar del proceso en la Fiscalía, a cargo de la entonces fiscala Victoria Acuña, en la quiebra del Banco Nacional de Trabajadores (BNT).
El exsenador colorado Juan Carlos “Calé” Galaverna usó su influencia en la Justicia para amenazar a la prensa y al Ministerio Público por su supuesta vinculación en el vaciamiento y quiebra del Banco Nacional de Trabajadores (BNT). Con un “ejército” de abogados, amedrentó a los investigadores por persecución a un “inocente”.