Dos personas presuntamente vinculadas al grupo criminal Primer Comando Capital fueron detenidas anoche en Puentesiño, departamento de Concepción. Los sospechosos tenían consigo rifles de asalto y otras armas de fuego.
El portal digital colombiano La FM publicó este miércoles un revelador material en el que muestra los últimos correos electrónicos recepcionados por el extinto fiscal Marcelo Pecci. En estos, autoridades brasileñas le pedían al investigador información sobre los nexos políticos que tenía alias “Minotauro”, el narco más peligroso de Brasil, en nuestro país. El medio colombiano hace una relación entre los atentados de Pecci y del intendente pedrojuanino José Carlos Acevedo.
Tras el denominado operativo Frontera Segura, que culminó con la captura de 14 presuntos miembros del Primer Comando Capital (PCC) que participaban de una “asamblea” delictiva en Pedro Juan Caballero para planificar próximos golpes, se logró identificar, a 6 brasileños, entre ellos el presunto aspirante a líder criminal en la frontera, Weslley Neres Dos Santos, alias “Bebeçao” y 8 paraguayos. Según datos de la Senad, Bebeçao se movía entre Pedro Juan Caballero y Ciudad del Este, y simulaba ser estudiante de medicina de una universidad privada.
La Secretaría Nacional Antidrogas realizó un operativo esta tarde y noche en Pedro Juan Caballero, donde de un solo golpe lograron aprehender a 16 presuntos miembros del Primer Comando Capital (PCC) que se encontraban participando de una presunta “asamblea” para organizar futuros golpes. Entre los detenidos se encuentra “Bebeçao”, uno de los presuntos aspirantes a líderes del grupo criminal.
Un brasileño que cuenta con orden de detención por homicidio y asociación criminal en su país fue expulsado, y entregado a la Policía Federal. Se trata de Wanderson Aparecido Lima Kinsel, alias “Guanchi”, de 34 años.
La fuga de 76 presos –muchos de ellos miembros del Primer Comando Capital (PCC)– de la cárcel de Pedro Juan Caballero puso al desnudo la total complacencia con peligrosos criminales, además de la carencia en el control de la seguridad interna del penal. Si bien la fiscalía habla de responsabilidades compartidas entre autoridades de la penitenciaría y guardiacárceles, siguen las investigaciones correspondientes. No obstante, ahora el monitoreo de reclusos es más exigente, a fin de evitar sucesos similares, según comentaron en el Ministerio de Justicia.