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Se trata de cinco ciudadanos tayikos, así como de sendos nacionales de Kirguistán y de Turkmenistán, informó la fiscalía con sede en Karlsruhe (suroeste del país) a través de un comunicado.
Todos ellos vivían en Ucrania y poco después de la invasión rusa en febrero de 2022 se desplazaron al país germano donde, según la reconstrucción de los investigadores, fundaron un grupo extremista con el objetivo de ejecutar atentados al estilo del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Alemania o en otros países europeos.
Para ello estaban en contacto con integrantes del EI-K -la organización subsidiaria del EI en Asia Central- y con otro individuo asentado en Países Bajos, que es objeto de un proceso judicial separado en ese país.
Los siete inspeccionaron posibles objetivos en Alemania y emprendieron pasos para conseguir financiación y armas, aunque todavía no habían desarrollado un plan concreto para atentar.
Seis de los hombres son además sospechosos de haber recaudado fondos y de haber transferido varios miles de euros a responsables del EI en el extranjero.
Por todo ello, la fiscalía les imputa siete delitos de fundación de una organización terrorista doméstica y seis delitos de apoyo a una organización terrorista extranjera.
Todos ellos fueron detenidos en julio de 2023 y están desde entonces en prisión provisional.