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La final de la Copa América 2011 se juega esta tarde y la selección paraguaya es una de las protagonistas, ganándose el derecho de ser parte de la cita a la que concurren solo los equipos privilegiados en la historia de esta competencia. El rival es Uruguay, que también se caracteriza por su garra. El juego será en el estadio Monumental, a las 15:00 de nuestro país.La página de gloria de la Copa América se abre para el seleccionado albirrojo. Pasar a escribirla con otro título, el tercero en la foja de Paraguay, luego de 32 años, está en las manos de los elegidos por el entrenador Gerardo Martino. A todas luces esto no será fácil, pero más allá de la ventaja con la que llega Uruguay, por mayor descanso y un fútbol de menos a más, ante todo lo contrario del cuadro guaraní, está por encima de todas las adversidades el coraje y sacrificio que mostraron nuestros jugadores para arribar a la jornada decisiva de este torneo, en una etapa a la que quisieron anotarse la anfitriona Argentina, Brasil, Colombia, Chile, en fin, todos los seleccionados y a la que solo llegan dos.
La cita imperdible tiene a Paraguay como uno de los animadores y para aquellos que dicen, entre los que nos incluimos, que se hizo finalista sin ganar aun en cinco partidos, pero que hay que reconocer los méritos acumulados para estar en el juego que baja el telón a la 43ª edición de la Copa América.
La Albirroja no ganó (tampoco perdió), tuvo lo suyo para ser finalista y ninguno deja de reconocer que el adversario llega mucho mejor, con todo el favoritismo apuntado a su favor y además sabe y mucho esto de ganar este tipo de competencia de la Conmebol, puesto que, junto con Argentina, es el más ganador de este torneo, con 14 conquistas.
Es una final en la que no importan los antecedentes, ni cómo llegan a la misma los equipos ni cuántos partidos ganó o empató uno u otro seleccionado. A la hora de la definición se impondrá el carácter y temple que tenga cada uno de los jugadores. Y en eso la virtud de los paraguayos gana sobradamente. Lo han demostrado en los últimos encuentros aguantando a pie firme todos los inconvenientes y hasta en inferioridad en la cancha para llegar a ser finalista.
Para los historiadores viene esto como recuerdo de la Guerra de la Triple Alianza: campo argentino, rival uruguayo y árbitro brasileño. Pero esta vez la historia estará de parte de Paraguay, pues la grandeza de los nuestros aportará su cuota de victoria y aquella expresión que en reiteradas ocasiones se escuchó decir de parte de los que fueron elegidos por Martino, como "vamos a ir a ganar la Copa América", está tan cerca, más que nunca y solo hay que respaldarse en el fútbol solidario con sobrada marca y presión al rival que de seguro volverá a aparecer esta tarde. Claro, lo ideal será un juego de mayor volumen para que nuestras posibilidades sean mejores.
Monumental es el estadio y así queremos expresarnos al caer la tarde de hoy sobre el rendimiento albirrojo. Que en la historia de la Copa América se inscriba el tercer título, después de 32 largos años. ¡Vamos Paraguay!
La cita imperdible tiene a Paraguay como uno de los animadores y para aquellos que dicen, entre los que nos incluimos, que se hizo finalista sin ganar aun en cinco partidos, pero que hay que reconocer los méritos acumulados para estar en el juego que baja el telón a la 43ª edición de la Copa América.
La Albirroja no ganó (tampoco perdió), tuvo lo suyo para ser finalista y ninguno deja de reconocer que el adversario llega mucho mejor, con todo el favoritismo apuntado a su favor y además sabe y mucho esto de ganar este tipo de competencia de la Conmebol, puesto que, junto con Argentina, es el más ganador de este torneo, con 14 conquistas.
Es una final en la que no importan los antecedentes, ni cómo llegan a la misma los equipos ni cuántos partidos ganó o empató uno u otro seleccionado. A la hora de la definición se impondrá el carácter y temple que tenga cada uno de los jugadores. Y en eso la virtud de los paraguayos gana sobradamente. Lo han demostrado en los últimos encuentros aguantando a pie firme todos los inconvenientes y hasta en inferioridad en la cancha para llegar a ser finalista.
Para los historiadores viene esto como recuerdo de la Guerra de la Triple Alianza: campo argentino, rival uruguayo y árbitro brasileño. Pero esta vez la historia estará de parte de Paraguay, pues la grandeza de los nuestros aportará su cuota de victoria y aquella expresión que en reiteradas ocasiones se escuchó decir de parte de los que fueron elegidos por Martino, como "vamos a ir a ganar la Copa América", está tan cerca, más que nunca y solo hay que respaldarse en el fútbol solidario con sobrada marca y presión al rival que de seguro volverá a aparecer esta tarde. Claro, lo ideal será un juego de mayor volumen para que nuestras posibilidades sean mejores.
Monumental es el estadio y así queremos expresarnos al caer la tarde de hoy sobre el rendimiento albirrojo. Que en la historia de la Copa América se inscriba el tercer título, después de 32 largos años. ¡Vamos Paraguay!