Mientras su nueva turné no llega por nuestras latitudes (el 'Rebel Heart' Tour 2015 todavía no tiene previsión de visitar Sudamérica), me di el gusto de ver el concierto de su última gira, sin cortes y con buena calidad de imagen y sonido, acompañado de su fan número uno, mi esposa Sonia. A ver, ¿cómo se escribe APABULLANTE? El show es puro placer, perfección y osadía del inicio al fin.
Madonna es sin lugar a dudas un ejemplo de empresa exitosa. Si no, hablemos de cifras: la “empresa Madonna” no es una moda pasajera, está vigente a más de 3 décadas y siempre ocupando los primeros lugares de todo lo que hace; en ese tiempo, ya vendió más de 350 millones de copias de sus álbumes, y si miramos solamente los números es la artista solista más exitosa de todos los tiempos, ganándole inclusive a Michael Jackson y Elvis. Le ganan sólo los Beatles, pero eran cuatro contra una, y con 20 años de carrera a más de ventaja.
El MDNA Tour es el segundo más exitoso de todos los tiempos para una cantante femenina. Adiviná quién tiene el primer puesto… Ella una vez más, con su gira anterior “Sticky & Sweet”. Tan sólo MDNA logró recaudar más de 300 millones de dólares en 88 conciertos, con entradas agotadas en todos ellos. En palabras empresariales, ¡quiebra total de stock!
Pregunta obvia: ¿cuál es el secreto de Madonna, la empresa? Mirar su concierto con atención y perspectiva emprendedora me dio algunas pistas.
Antes que nada, Madonna es reina en reinventarse. No hay una sola Madonna, hay varias, año tras año, álbum tras álbum, a cada momento de su concierto. No sé si será influencia de una de sus pasiones, la moda, pero Madonna se presenta como una “nueva colección” a cada temporada. Y reinventarse es innovar. Madonna innova en todo, todo el tiempo, haciéndonos vírgenes de Like A Virgin con su versión vals-piano-acústica. La empresa Madonna agarra un producto del cual ya estábamos cansados, y en lugar de sólo maquillarlo un poquito, cambia en esencia su propuesta de valor y nos vende, vende, vende… ¡y qué gusto comprarla!
Otra acción empresarial ligada al su éxito es el llamado upgrade: Madonna se apropia de íconos culturales contemporáneos, los mejora, los renueva, ¡y nos hace creer que ella inventó la tendencia! Mientras miles de docentes reclaman de la forma “errada” de escribir de los adolescentes y sus celulares, con poquísimas vocales y cambiando consonantes fonéticamente, Madonna y sus 56 años se transforman en MDNA, se adueñan del concepto, y logran que 3 generaciones sepan, griten y retuiteen su nombre, su marca. Madonna, MDNA, #MDNA. Trending topic, marca posicionada. Y como si fuera poco upgrade, transforma el último tema de su show en una fiesta electrónica, una verdadera explosión de bass-beats y luces, con una DJ de peso en las consolas: ella misma. Madonna reinventa la rave, y pone 40 mil personas a bailar por noche, 88 noches, fuck yeah!
Otra: riesgo. Aun los fanáticos con la mente más abierta, más acostumbrados a sus locuras, se sorprenden con su coraje. Ahora que el sexo explícito ya no es novedad, la Reina critica la violencia, poniéndola de manera explícita en escena. Mientras pensábamos que todo el baile posible ya había sido explorado por Michael, suben al escenario bailarines-contorsionistas que forman figura imposibles sin perder el ritmo. ¿Miedo a lo que dirán? Hey, es Madonna S.A., creando culturas, dando vueltas a los paradigmas, a base de mucho coraje.
La empresa Madonna tiene un CEO muy exigente: Madonna. Fanática del trabajo, ensaya cada concierto por meses, horas y horas por día, antes de ponerlo en cartelera. Produce, compone, hace arreglos, diseña, baila, canta. Cuando la inspiración le alcanza, la encuentra siempre trabajando, y en equipo. Lidera a su grupo de talentosísimos artistas a través de la pasión, y ellos morirían por ella, ultramotivados. La mejor dirige a los mejores, y el resultado de todo ese trabajo es apoteótico. Te dan ganas de cantar, te dan ganas de bailar, ganas de saltar, ganas de hacer el amor. Madonna es la CEO más sexy del mundo.
El análisis empresarial termina con una idea muy antigua, pero siempre poderosa: calidad. La artista es una obsesiva por la excelencia, y usa como base para lograrla su “capital humano”. ¿Qué tan bien tenés que bailar, para ser un bailarín de su cuerpo de baile? ¿Cuánto tenés que saber de música, para tocar en su banda? Iluminadores, escenógrafos… ¡sus vestuaristas son Jean Paul Gautier y Riccardo Tisci, de Givenchy! Eligiendo ella misma a los mejores en su arte, Madonna logra acercarse a la perfección, o inclusive superarla. Su calidad es total.
Mi metys es: Madonna es una marca tan fuerte como Google, Coca-Cola o IBM. Innovación, creación de tendencias, gestión del riesgo, esfuerzo, liderazgo, trabajo en equipo, talento, excelencia. Está todo ahí.
Un buen programa para el after office de tu empresa: LED de 50’’, home theater, sillones cómodos, algo de comer y beber; todos los gerentes asistiendo a las más de 2 horas de concierto del MDNA Tour; y después, a debatir sobre lo que vieron, y cómo hacer de su producto, su marca y su empresa, una Madonna.
Y acá me gano unos cuantos enemigos: ¡Madonna es mejor que Steve Jobs!