Una pasión compartida por Azara y Melo

Cuarepotí. En esta Villa mató Melo a un Pepoasa (Xolmis cinereus) que Félix de Azara describió. La amistad entre ambos es notoria, así como su común afición por las aves.

Gallita ou petit Coq (Alectrurus tricolor), plancha número XXIII que ilustra la edición francesa de los Viajes de Azara (1809), realizada por Jean-Gabriel Prête. Corresponde a la Gallita tricolor de Vieillot, especie identificada a partir de la descripción del Gallito (N° 225) de Azara. Crédito: "David Rumsey Map Collection, David Rumsey Map Center, Stanford Libraries"
Gallita ou petit Coq (Alectrurus tricolor), plancha número XXIII que ilustra la edición francesa de los Viajes de Azara (1809), realizada por Jean-Gabriel Prête. Corresponde a la Gallita tricolor de Vieillot, especie identificada a partir de la descripción del Gallito (N° 225) de Azara. Crédito: "David Rumsey Map Collection, David Rumsey Map Center, Stanford Libraries" "David Rumsey Map Collection, David Rumsey Map Center, Stanford Libraries"

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A más del Pepoasa el Gobernador facilitó a Azara un Mainumby hovyû (Chlorostilbon aureoventris), que durante mucho tiempo revoloteó en su despacho y que él personalmente alimentaba; un curioso Ñandái albino (Nandayus nenday), que fue capturado en Yaguarón y que llevó a España al término de su gobierno; un Urutaú (Guaimingue, Nyctibius griseus) y un Marakana (Primolius maracana), que le habían enviado de San Joaquín.

El interés de Melo hacia las aves era tal que ordenó, siendo Virrey del Río de la Plata (1795-1797), que cuando él falleciera dos “pájaros singulares”, que se contaban entre sus animales favoritos, fueran enviados a la Corte como obsequio a los reyes.

Por ello en junio de 1797, a dos meses de su muerte, esas indeterminadas aves partieron de Buenos Aires, en el Paquebot Correo el Águila, rumbo a Madrid.

Más especies

Obtuvo también Azara en Cuarepotí un Yryvu ruvicha (Sarcoramphus papa) que, herido de un escopetazo en el ala, falleció al día siguiente; y compró a un muchacho un Chipíu (Sicalis luteola) y un Bacachy (un Manimbe, Ammodramus humeralis) cazados en el monte cercano de Ybyracapá.

Además de un Ypaka’a (Aramides ypecaha) que don Juan Machain mató en el arroyo Cuarepotí, el 14 de agosto de 1786, antes de embarcar de regreso a Asunción.

Rumbo a San Estanislao

El 11 de junio de 1786 el Gobernador y los de su comitiva se trasladaron de Cuarepotí a la estancia Itacurubí del pueblo de San Estanislao (actual Itacurubí del Rosario), donde durmieron.

Prosiguieron su viaje en la tarde del 13 y fueron a descansar a otra estancia del mismo pueblo (Curuzú).

El 14 almorzaron en la estancia Vaca-hu (también de dicho pueblo) y a la tarde entraron a San Estanislao.

Ahí Azara padeció de fuertes dolores cólicos y pujos que le molestaron “lo indecible”. Esa indisposición le debilitó tanto la cabeza que “no pudo advertir más que el día 7 de julio de 1786 fueron a comer a Curuguaty”.

Penosa marcha

Nuestros viajeros salieron de San Estanislao el 28 de junio, rumbo a San Joaquín, donde el Gobernador estuvo algo enfermo, al igual que otros miembros de su comitiva.

Azara siguió con sus dolores cólicos y pujos.

Permanecieron en San Joaquín hasta el 5 de julio. Partieron por el camino real de Ajos (actual Coronel Oviedo) a Curuguaty, y anduvieron desde la cruz número 13 hasta la 18 (se habían colocado recientemente para indicar las millas). Durmieron media legua más adelante de la cruz número 18, en un rancho que levantaron en un descampadito.

La noche fue muy fría. En la mañana del 6, al poco tiempo de andar, llegaron a la cruz número 19, en cuyas inmediaciones cruzaron el río Corrientes, y dos millas más allá alcanzaron la capilla de Carimbatay (actual Santa Rosa), donde durmieron.

Al mediodía del 7 ya estaban almorzando en Curuguaty (continuará).

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