Mbembéi

Mbembéi macho (Forpus xanthopterygius), fotografía gentileza de Oscar Rodríguez (Paraguay Birding & Nature)

Especie número 56 del manuscrito y 288 de los Apuntamientos de Félix de Azara, con las denominaciones de Mbéy-mbey, y de Loro enano, respectivamente.

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Félix de Azara comentó, en su manuscrito, sobre los nombres comunes de esta ave, lo que sigue:

“algunos me dicen que es el mismo que en la otra América llaman Periquito rey, que no conozco. Los españoles de la Asunción le llaman Tuy-Chiriri que traducido literalmente es Piquecito frito o Ninguecito frito; sin duda le añaden el Chiriri, que significa frito, porque su canto es chiriri. Los indios de San Estanislao le llaman Mbey-mbey, cuyo nombre he conservado. Otros españoles les llaman Viudita”; y, en sus Apuntamientos, en estos términos:

“Aunque algunos le llaman mbeimbei, viudita, y tuí chirirí; lo cierto es que no tiene nombre, y el que le doy [enano] alude a que es el menor de los loros”.

Bertoni (Vocabulario) registró para esta especie los siguientes nombres comunes: Mbeimbei, Tũĩ eté (eté/legítimo, en el Norte del Brasil), y Tũĩtshihrihríh (tshihrihrih/freir, por el ruido que dejan oír como el aceite al freír; pero advirtió que solo a veces, pues se lo aplica por lo general al Brotogeris chiriri); y, Gatti (Enciclopedia), por su parte, los de Mbeimbéi, Tu’i chiriri (pero aclaró que antiguamente, pues en la actualidad le pertenece tal nombre al Brotogeris chiriri) y Viudita (indicó que este nombre lo comparte con el Myiopsitta monachus).

Azara no precisó en el manuscrito dónde y cómo obtuvo los individuos, macho y hembra, de esta especie que describió. Apuntó que habitaban al Norte de la Provincia, en San Joaquín y San Estanislao, desde donde bajaban al Sur de la misma durante el invierno; que solo en una ocasión había visto una bandada de ellas cerca de Asunción (en el Tapuá); y, que el doctor Zavala había encontrado cinco hijos de esta ave en un nido viejo de Hornero. Es de suponer que dicho doctor fue quién le proporcionó tales individuos.

En sus Apuntamientos solo refirió cuanto sigue:

“Ignoro que llegue a los 26 grados. No es escaso”.

Nomenclatura

Sonnini dijo que Azara comparó su Loro enano con varias especies diferentes de periquitos y cotorras, lo que no puede admitirse, en el caso de los primeros, por ser pájaros del viejo continente; y, que la única comparación fundada, en cuanto a los segundos, es la del Toui-été de Marcgrave, citado por Buffon y que corresponde al Psittacus passerinus de Linneo (Forpus passerinus).

De las mencionadas comparaciones, que Azara realizó en sus Apuntamientos, se transcribe solo lo siguiente:

“Después describe a la hembra llamándola tirica [Brotogeris tiririca]; y diciendo que Marcgrave es el primero que la indicó, y que es totalmente verde, con el ojo negro, pico color de carne, y pies azulados. (…) Como mi autor y Marcgrave no conocieron la diferencia sexual, y creyeron que la tirica no la tenía; después de describir a la hembra, hacen lo propio con el macho figurándose que es especie diversa, y la llaman été ou toui été [Forpus passerinus]. Dicen que su plumaje es generalmente verde claro, menos la rabadilla y lo alto del ala, que son azules bellos; los remos ribeteados de azul encima con el pico color de carne, y los pies cenicientos”.

Las diferencias entre esas aves, que el propio Azara advirtió, son muy puntuales; en conclusión, el Mbembéi es el Forpus xanthopterygius) que fue clasificado por Spix con el nombre de Psittaculus xanthopterygius (1824, Av. Bras., 1, p. 38, pl. 34 fig. 1).

El epíteto que identifica a esta especie está formado con las palabras griegas xanthos/amarillo y pterygios/plumas, dado que en la descripción de Spix se lee, como carácter distintivo de esta ave, que posee “cobijas alares medias amarillas”.

Costumbres

Azara, en su manuscrito, refirió las siguientes costumbres del Mbembéi:

“Se para en el suelo para comer. En las casas suelen criar algunas con maíz medio mascado o medio quebrantado porque entero no pueden con él. Son delicados, y el frío suele matarlos a bandadas”; en sus Apuntamientos agregó:

“vive en bandaditas de 8 a 20, comiendo granos y semillas, que coge en el suelo, aunque no dudo que también comerá frutillas tiernas. Cogido joven se domestica, conoce a su amo, le festeja y estimula a que le sobe y rasque, y algunas veces se consigue lo mismo con los viejos; pero lo común es que los adultos mueren antes del mes: y como son de estos los que por lo común se envían a Buenos Aires, llegan pocos. De una pareja me aseguraron que puso huevos en una casa, aunque no llegó el caso de sacarlos, porque la hembra pereció desgraciadamente. Su voz es un chillido agrio, agudo y pronto, que repite volando; pero no habla. Vuela con mucha velocidad, y por invierno se introduce en las plazas y corrales. Si se tiene uno vivo, se cogen muchos poniéndole en un árbol o parra, adonde acuden cuantos pasan; y el cazador los pilla sin ocultarse, poniendo un lacito en la punta de una caña de 3 o 4 varas, y pasándoselo por la cabeza”.

Nido

Azara, en su manuscrito, apuntó sobre el nido de esta ave lo siguiente:

“Los Indios de San Estanislao me dicen que hacen nido en los árboles con barro cerrado todo menos un agujerito, y que cría de cinco a diez hijos sacados de huevos blancos. (…) El doctor Zavala sacó cinco hijos de esta ave, y los halló en un nido viejo de hornero”. En sus Apuntamientos afirmó:

“Suele criar en los nidos abandonados del hornero, y no dudo que en cualquiera otro agujero. Su prole se compone a lo sumo de 4 pollos que no difieren de los padres”.

Caracteres

Mbembéi hembras (Forpus xanthopterygius), fotografía gentileza de Oscar Rodríguez (Paraguay Birding & Nature)

Anotó Azara los mismos caracteres del Mbembéi en su manuscrito y en sus Apuntamientos, pero del primero rescato la siguiente información:

“Cuando andan en banda parece que son de dos distintas especies porque los machos tienen mejor y distinto color (…) El macho parece algo menor que la hembra, y quitadas las tres plumas primeras de la punta del ala, y sus cobijas, todas las demás son casi azul celeste bello, y lo mismo las cobijas de las alas, y las de bajo de ella, y todo el lomo”.

Y, de la descripción de la hembra, cuanto sigue:

“En cada ala tiene veintidós plumas, la primera algo mayor y las barbas menores de todas son verdes, y las mayores pardas oscurillas, menos las puntas que son verdes. Las mismas plumas por debajo son de color de acero lustroso, pero las barbas mayores de la séptima en adelante tienen la barba mayor verdosa, menos la punta que es como he dicho”;

“La base de la mitad superior del pico está abrazada su piel algo más oscura que el pico y en ella tiene las narices redondas a la raíz de la pluma, y cubiertas con las plumitas que caen para adelante. La piel de la base de la mitad inferior es más ancha y sin pluma, más de dos líneas en la quijada, pero ésta peladura no se ve porque desde los ángulos de la boca salen para adelante y abajo plumitas largas que no solo cubren dicha peladura o piel, sino que llegan casi hasta donde la mitad inferior del pico abrazándole casi enteramente por debajo”; y,

“Cuatro dedos: los dos anteriores, los exteriores delante y detrás son los más largos. El mayor de atrás tiene cinco articulaciones contadas la de la uña, y la del tarso largo cinco líneas sin la uña. El exterior de delante cuatro articulaciones ídem, largo seis líneas ídem. El tarso cinco y media líneas, desnudo y verdoso, como los dedos. Las uñas corvas, redondas, blanquizcas, y la punta oscura. Pierna larga una pulgada, vestida, y por de fuera las plumas que salen del cuerpo la abrigan hasta el tarso”.

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