Como en Montilivi, el Real Madrid pasó por encima del Girona. El único que lo ha conseguido en LaLiga. Con exhibición del mejor Vinícius, de Toni Kroos al mando, de Camavinga y Valverde en despliegues físicos imposibles de igualar. Un Real Madrid más solidario en el esfuerzo ante el mal fario de los centrales, con los cuatro lesionados. El 4-0 ya era un paso firme al título. Lo fue mayor con el empate del Barcelona y la derrota del Atlético de Madrid.
2. El renacer del Sevilla; la renuncia del Atlético de Madrid
Volvió a vibrar como hacía tiempo no se sentía en las gradas del Ramón Sánchez-Pizjuán. A falta de fútbol de brillantez en una temporada torcida desde el inicio, los jugadores sevillistas conectaron con su máxima entrega con el aficionado, que empujó hasta el final. Con el olfato goleador de un canterano como Isaac Romero a la cabeza. Firmando el Sevilla dos triunfos consecutivos por primera vez en toda la temporada para alejarse seis puntos de la zona de peligro en el que desea sea el despegue definitivo.
La falta de intensidad del Atlético de Madrid en la primera parte demostró que su cabeza ya no está en pelear por LaLiga. Para lograr el objetivo de acabar entre los cuatro primeros ya habrá tiempo de margen (sería igualado el lunes en la cuarta plaza por el Athletic Club si vence al Almería), pero el pase a la final de la Copa del Rey como camino más corto a ganar un título y el regreso de la Champions son objetivos de mayor importancia en el corto plazo. La lesión de rodilla de Álvaro Morata alarmó a un equipo que lo buscó sin éxito en la segunda parte. La sexta derrota en doce salidas ligueras. Una losa que contrasta con la firmeza del Metropolitano.
3. Un partidazo sin premio para Yamal
"Triste por la derrota", dijo Lamine Yamal al acabar un partido en el que había dado una exhibición con apenas 16 años. Porque el empate ante el Granada dejó un sabor de derrota en el Barcelona, de oportunidad perdida. Si no es ya para pelear por el título, viendo la firmeza del Real Madrid, al menos para alcanzar la segunda plaza.
Es la realidad del actual Barcelona, liderado por un niño que juega entre mayores, sin que los veteranos que llevan mil batallas asuman el peso del equipo. Endeble. Golpeado con facilidad hasta con el regreso de Ter Stegen en la portería. Recibió cinco del Villarreal y le endosó tres el penúltimo, un Granada que acarició el triunfo pero se lo impidió Yamal con el doblete más joven de un futbolista en Primera en la historia de LaLiga. Un punto que sabe a poco y distancia diez puntos al Real Madrid. Una nueva muestra de que el anuncio de Xavi de dejar el puesto a final de curso, no sería un revulsivo.
4. El castigo de estar vivo en todas las competiciones
La temporada transcurre por momentos en los que algún equipo paga en LaLiga seguir con aspiraciones en todas las competiciones. Lo vivió el Atlético de Madrid en Sevilla y también la Real Sociedad en el Reale Arena. Tras el esfuerzo de la ida de semifinales de la Copa del Rey, intentando que no condicione la cercanía de una cita histórica como la del miércoles ante el PSG en octavos de final de la Liga de Campeones.
Fue imposible, por más que lo intentase la Real Sociedad ante su afición. Las rotaciones sin éxito de Imanol Alguacil y la falta de puntería de sus jugadores. Hasta 21 remates. Sólo tres a puerta. Enlaza cuatro partidos seguidos sin marcar. Una sequía preocupante que le deja fuera de los puestos europeos de la clasificación mientras sigue viviendo el sueño de presente de la Champions. Nunca había ganado Jagoba Arrasate a la Real en once enfrentamientos. Se desquitó con el tanto de Budimir que instala en la tranquilidad a Osasuna.
5. El respiro del Mallorca; el agobio del Rayo
Comienzan a ser habituales los despistes del Rayo Vallecano en los últimos minutos. Derribado en el 91 en Mallorca por un gol de Muriqi que le invita a la fiesta del descenso a la que nadie quiere ir. En una semana en la que perdió en su casa tras un gol mazazo psicológico del Sevilla en la última acción del primer acto, tras haber salido derrotado del Metropolitano en el minuto 90.
La dinámica rayista es tan negativa, apenas un triunfo en las catorce últimas jornadas, que ha transformado su realidad. De mirar hacia arriba penando en competición europea, a ver el descenso a siete puntos. Huye de la quema el Mallorca con un triunfo que necesitaba, el primero de 2024. Sin acusar el desgaste realizado en semifinales de la Copa del Rey, ganando un colchón de seis puntos a la zona de peligro. La salvación este curso se venderá más barata que nunca. De momento la marca el Celta con apenas 20 puntos en 24 jornadas.