Tras ser condecorado con la Cruz de Oficial de la Orden de Isabel la Católica en la Embajada de España en Londres, Arteta atendió a los medios de comunicación y sonrió cuando se le mencionó la posibilidad de una vuelta a los banquillos como seleccionador español.
"Siempre he pensado que algún día volveré. Mi tierra me tira mucho, nuestra forma de vivir, de juntarnos, la cultura, y eso hace que siempre lo tenga en la cabeza. Pero estoy feliz aquí, feliz con cómo me tratan, disfruto mucho de mi trabajo. Algún día supongo que llegará, tampoco voy a estar toda mi vida fuera", señaló.
Respecto al partido en el que el Arsenal se jugará este domingo la liga en el Emirates Stadium, que su equipo necesita ganar y que el Manchester City no lo haga, el técnico se mostró ilusionado ante "un día bonito".
"Solo nos queda esperar la magia. Tenemos que cumplir nuestra parte, ya sabemos lo que tenemos que hacer", señaló.
"Esto tiene una parte bonita, que es vivir el titulo de esta manera, hasta el último día (...) Va a ser la primera vez que en el Emirates desde que se construyó va a estar la Premier League ahí esperando, con los lazos rojos, porque si nosotros ganamos y ellos no ganan es para nosotros", añadió.
Tras recibir una de las más altas distinciones institucionales por su labor para crear lazos entre España y el Reino Unido, Arteta echó la vista atrás para recordar el día que sus padres le dejaron en la residencia de la Masía como uno de los momentos más duros de su trayectoria.
"Mis padres me llevaron en coche, se dieron la vuelta y cogieron la autopista. Ese día lo recuerdo como un día muy difícil, porque siempre había estado muy protegido, siempre los he sentido muy cerca y ese día me sentí solo", recordó.
Sin embargo, destacó que su familia le dio las herramientas necesarias para ganar confianza y "volar solo".
Y destacó que "algo tendrán" los entrenadores españoles, especialmente los guipuzcoanos, para cosechar el éxito que tienen actualmente en la Premier League.