“Nunca perdemos las esperanzas. No la perdimos nunca, por eso seguimos 38 años después”, expresó José Luis Ardissone, fundador y propietario de esta destacada sala de teatro, que este año tuvo que cerrar momentáneamente sus puertas debido a la cuarentena.
Por ello, según comentó desde el otro lado del teléfono, pensaron en compartir con el público la filmación de “Las Troyanas”, a la que considera “una de las obras icónicas de los primeros años de Arlequín”.
La puesta, estrenada en 1984 bajo la dirección de Carlos Aguilera, y un elenco conformado por María Elena Sachero, Clotilde Cabral, Myriam Sienra, Margarita Irún, Mario Prono, entre otros.
“Fue la obra que provocó la ira del Gobierno en aquel momento”, recuerda Ardissone. Comentó que, en ese entonces, la policía de la dictadura ya tenía la orden para clausurar la sala porque hacían una obra supuestamente subversiva.
“El doctor Raúl Peña, que era entonces ministro de Educación, una persona de criterio, movió sus hilos y consiguió finalmente que la policía no ejecutara la orden que ya estaba firmada por el propio jefe de la Policía”, comentó Ardissone.
La obra se transmitirá en el marco del ciclo “Nde Rógape”, de la Municipalidad de Asunción, a partir de las 20:00. La transmisión se hará en la página de Facebook @CulturaAsu.
Bodas de oro
Ardissone, que el pasado jueves 30 de abril conmemoró también sus 50 años de actividad teatral, afirmó que están buscando alternativas para poder seguir ofreciendo espectáculos pese a no poder recibir al público en la sala.
“Nos hablan mucho del espectáculo filmado. Tenemos previstas algunas cosas para hacerlas en esa forma. Pero todo eso requiere un presupuesto superior a la puesta en escena normal de teatro, porque hay una parte técnica muy complicada”, expresó el actor y director teatral.
Además, afirmó que no hay ningún medio técnico que pueda reemplazar la conexión entre el actor y la platea. “El teatro se hace para el público”, enfatizó.
En este sentido, comentó que a 50 años de su debut en las tablas, la sensación sigue siendo la misma antes de salir a escena. “Las rodillas siguen temblando, sentís no sé si un vacío en el estómago, un mareo en la cabeza, pero apenas pisás el escenario las cosas cambian. Recuerdo, sobre todo en ‘Hamlet’ y en ‘La muerte de un viajante’, esa sensación era tremenda”, expresó. Agregó que la sensación se mantenía en los cambios de escena, pero que la energía del público lo animaba a ponerse bajo los reflectores. “Eso para el actor es fundamental, de eso vive, de lo que el público le transmite”, remarcó.
Agradeció además a María Elena Sachero, Teresita Torcida y Mario Prono por haberlo introducido a este universo teatral con la obra “Un rostro para Ana”.
Ardissone comentó que para celebrar sus “bodas de oro” con el teatro tenía previsto publicar un libro acerca de su experiencia, cuyo lanzamiento ya fue postergado para el próximo año.
En cuanto a Arlequín, señaló que tras la función de estreno de “La noche antes” comenzó la cuarentena. Subrayó que esto significó la cancelación de unas cincuenta funciones previstas en el programa “Estudiantes al teatro”, así como el estreno de “Los amantes de la casa azul”, de Mario Diament, que estaba ensayando junto a un elenco conformado por Jazmín Romero, Gustavo Ilutovich, Chela Villagra y Héctor Silva.
“La obra se refiere a los amores de Frida Kahlo y Leon Trotksky. Yo la estaba dirigiendo, la obra estaba muy adelantada y faltaban pocas páginas para terminar de ponerla toda, los actores estaban estupendos. Ojalá podamos estrenarla todavía este año”, dijo.
Finalmente, expresó su deseo de que el público pueda disfrutar la emisión de “Las Troyanas”, hasta que la pandemia permita volver a ocupar las butacas de la sala.