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El tercer día del juicio en la Corte Federal de Nueva York (EE.UU.) que se les sigue a los acusados Juan Ángel Napout (Paraguay), José María Marín (Brasil) y Manuel Burga (Perú) por el megaescándalo de FIFA, fue el más incidentado hasta ahora.
El testigo clave del Gobierno norteamericano, Alejandro Burzaco, en un momento de la audiencia se quebró y comenzó a llorar, aparentemente tras enterarse del presunto suicidio del abogado argentino Jorge Alejandro Delhon, a quien acusó de haber cobrado coimas dentro del programa público Fútbol Para Todos (FPT), según el relato del reportero de BuzzFeed News, Ken Besinger.
En otro momento la abogada de Napout, Silvia Piñera Vázquez, le gritó a uno de los fiscales en un confuso incidente dentro de la Corte y Manuel Burga fue puesto bajo custodia tras amenazar al testigo clave.
Napout, Cartes y el fiscal
Burzaco volvió a lanzar ayer nuevas revelaciones. Habló de unos mensajes de Whatsapp que Napout le había enviado en el 2014.
En dichos mensajes el extitular de la Conmebol pide a Burzaco que consiga entradas para el Mundial 2014 para Horacio Cartes, presidente de Paraguay. “Recién estaba hablando con Cartes y arregló él todo el juicio y lo hizo por mí”, escribió Napout en un mensaje de Whatsapp –a Burzaco– el 20 de junio de 2014, manifestó Besinger en su cuenta de Twitter.
Inmediatamente añade: También –Napout– pidió entradas para el fiscal general del Estado (en ese momento Javier Díaz Verón), quien quería 4. “Tenemos un juicio allá”, Napout escribió a Burzaco por Whatsapp el 1 de julio de 2014. “Ya dos jueces se calentaron por que les negué (entradas)”, señala Besinger en su relato.
Lo que no se especificó es a qué juicio se refería Napout indicando que ya estaba todo arreglado por el mandatario y en el que menciona además al fiscal general, hecho que supondría un abierto tráfico de influencias.
Burzaco volvió a ratificarse en que Napout, Marín y Burga cobraron coimas y conocían de todo el esquema de corrupción que se manejaba dentro de la Conmebol y junto a las empresas de marketing que pagaron millones de dólares.
Coima de US$ 4,5 millones
Burzaco dijo que pagó sobornos en total de US$ 4,5 millones a Napout, 2,7 millones a Marín y 3,6 millones a Burga, y que había prometido (pero no pagado) otros 5,9 millones a Napout, 5,9 millones a Marín y 3 millones a Burga, señaló Besinger.
Relató igualmente que, según la declaración del testigo, a finales de 2014, Napout empieza a pedir de Burzaco el mismo “trato presidencial” que le habían dado a Grondona, incluyendo un incremento importante en los sobornos que pagaba por Libertadores y Sudamericana, pasando de US$ 500.000 a US$ 1,2 millones, pero sin que se enterasen los Jinkis (Hugo y Mariano), dueños de Full Play.
La ambición
En otro momento, Burzaco dijo que el exdirigente paraguayo tenía ambiciones de las más altas.
A principios de 2015, Napout dijo a Burzaco que quería formar un bloque con UEFA para que o él o Platini –Michel– pueda ser electo presidente de FIFA en 2019.
Burzaco y Napout planearon en junio de 2014 cómo el paraguayo iba a tomar el poder en Conmebol y luego en FIFA. “Espero que te acuerdes de mí cuando estés en el ExCo (comité ejecutivo de FIFA)”, le escribió Burzaco a Napout.
¿Coima para Domínguez?
Burzaco fue más allá y mencionó incluso al actual presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez Wilson-Smith.
Siempre según el relato del testigo, Napout dijo a Burzaco, en enero de 2015, que Alejandro Domínguez iba a pedirle sobornos en el marco de su posición como presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF). Dijo que lo iba a pedir y que Burzaco tendría que pagar –la coima–, señala el relato de Besinger que, sin embargo, aclara en otro tuit: “–Burzaco– No dijo, sin embargo, que Domínguez le había pedido personalmente nunca –la coima–”.
Las explosivas declaraciones del testigo clave de la Fiscalía norteamericana ahora deben ser rebatidas o aceptadas por la defensa de los acusados que se han mantenido en la no culpabilidad de los cargos que les fueron imputados.
En la fecha continúa el juicio que estiman culminará en cinco semanas.