Libertad depredó el Bosque

Olimpia cayó en un “agujero negro”

Impensadamente Olimpia se comió una goleada en su propia casa. Libertad se quedó con el triunfo en el clásico blanco y negro y se mantiene en lo más alto de la tabla, de forma invicta.

Solo en el primer tiempo el conjunto franjeado mostró insinuaciones, que no alcanzaron para contrarrestar el mejor fútbol desplegado por los liberteños.

A los 20 minutos, un cabezazo de Sebastián Ferreira lo tapó el arquero Rodrigo Muñoz, de Libertad, en una esquina. Eso fue lo más cerca que estuvo Olimpia de marcar y una de las pocas exigencias para Muñoz.

Con mucha más dinámica que su rival, Libertad profundizaba sus avances, con Bareiro, Iván Ramírez, Jesús Medina y, metido en el área, el corpulento Óscar Giménez. La marca de los olimpistas nunca fue buena y el equipo padeció bastante con los contragolpes liberteños.

A los 29’ Iván Ramírez mandó un centro desde la derecha, que Bareiro apenas rozó y la pelota dio en una pierna de Edcarlos, quien terminó convirtiendo contra su propio arco. 

En la segunda fracción Libertad se enseñoreó del partido, más con los ingresos de Cañete y Santiago Salcedo. A los 37’ y después de malograr Libertad muchas jugadas de gol, Sasá convirtió el segundo y, sobre el final, Cardozo Lucena cerró el partido con el contundente 3 a 0.

Dos realidades distintas

Los técnicos de Libertad y Olimpia vivieron anoche distintas realidades. El liberteño, Fernando Jubero, comentó: “Estamos contentos por el rendimiento general del equipo. Los jugadores demuestran su profesionalismo en cada entrenamiento y este es el resultado, aunque falta mucho por andar”.

Por su parte, Mauro Caballero, se refirió a la reacción de la hinchada en su contra: “La gente tiene razón, está dolida como nosotros. Asumo la responsabilidad por esta derrota. Seguiremos trabajando, dando todo por la institución, hasta que la directiva decida otra cosa”.

Añadió: “En el primer tiempo tuvimos nuestras oportunidades. Luego nos desordenamos totalmente”.