Aclara que su examen se limita “a lo informado por la ANDE... sin conocer si existen otros puntos adicionales”. A propósito, hasta ayer, seis días después del anuncio oficial de cierre de las tratativas, el Ing. Luis Villordo, actual presidente, sigue sin entregar el documento a la prensa.
Encina resume en ocho puntos sus conclusiones sobre “lo informado por la ANDE”:
-El incremento de la energía utilizada en todas las fuentes disponibles de ANDE fue en promedio 5,57% entre el 2013 y 2018.
-La potencia media contratada por la ANDE en Itaipú tiene un aumento acumulado del 42,52% en el período 2019/2022 y con ello se incrementa la cantidad de energía asociada a la potencia en torno al 10%.
-El uso de los excedentes con respecto a la energía total retirada desde Itaipú disminuirá 40% desde el 2018 al 2022.
-El incremento anual de la compra de energía de ANDE será del 10% por año.
-El uso de la energía desde la central paraguayo-argentina Yacyretá estará limitado y dependiente de si hay excedentes en Itaipú o no.
-La mala contratación de potencia de los años 2015 y 2016 tuvieron como consecuencia el déficit financiero de la ANDE y el posterior incremento de tarifas en 2017.
-Los resultados financieros de la ANDE, en promedio, reflejan un superávit de más de US$ 100 millones al año, que irán disminuyendo hasta el 2022 y, en el 2023, tendrá que reducir sus costos de generación o aumentar sus tarifas.
Las observaciones del expresidente de la Unión de Ingenieros de la ANDE (UIA) y docente de la Facultad de Ingeniería de la UNA (Fiuna) concluyen con otra advertencia: “Para el 2023 –año en que las Altas Partes Contratantes de Itaipú deben revisar las disposiciones del Anexo C de su Tratado– se crea la necesidad de que Paraguay pida lo que Brasil tiene como único objetivo, que la reducción de la tarifa de Itaipú en un 63%”.