Estas remuneraciones extraordinarias que se otorgan en el propio Ministerio de Hacienda denotan como mínimo contradicciones en el discurso de austeridad, y dejan entrever además una clara falta de liderazgo en el Gobierno, dijo ayer el titular de la CNCSP, Ernesto Figueredo, tras la presentación del informe de fin de año del gremio.
El empresario señaló que preocupan estas señales negativas por lo que pueda suceder en adelante con los planes de racionalización del gasto. Dijo también que esta falta de liderazgo se extiende a todos los poderes del Estado, ya que hasta ahora no se ve una posición firme para empezar un proceso de racionalización para frenar los abusos que se vienen produciendo, de manera a atender más eficientemente la demanda de la gente. “Es momento ya de pasar del discurso a las acciones”, resaltó Figueredo.
Aunque el manejo prudente del gasto se torna más difícil en años electorales, Figueredo considera que esta puede ser una oportunidad para que la ciudadanía se haga sentir.
“Creo que el descontento de la gente se irá demostrando a través del voto, que llevará a los partidos políticos a una reflexión interna. Si no están alineados a las necesidades de la gente, ese castigo va a venir de algún lado, advirtió.
Pierde credibilidad
A su vez, el ejecutivo bancario Beltrán Macchi también criticó las contradicciones en el discurso del Gobierno sobre dicho tema. “Mencionan que se deben controlar los gastos, cuidar el déficit, gastar mejor el dinero pero en la práctica vemos todo lo contrario”, cuestionó igualmente el empresario.
Agregó que el daño más grande a un país ocurre cuando se proclama algo y después se hace lo contrario. “Se pierde la credibilidad y eso afecta a la economía que se sustenta en confianza”, acotó el empresario.
Según Beltrán Macchi, al Gobierno le falta más firmeza en aquellos temas que pueden poner en riesgo la estabilidad. “Es momento de que el Ejecutivo se plante más fuerte frente a estos abusos que se están dando desde el Legislativo”, expresó.
Finalmente, el empresario instó a la ciudadanía a convertirse en contralora de estos temas y no dejar tan abierta la cancha para que estos abusos sigan siendo cometidos.
El Ministerio de Hacienda pagó el viernes último G. 4 millones a cada uno de sus funcionarios en concepto de “subsidio familiar”, como lo denominan en el sector público, o “aguinaldo extra” disfrazado, como lo conoce comúnmente la gente.
A favor de pago, si no es excepcional
Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda de Colombia y asesor del ministro Benigno López, se refirió al pago de aguinaldos extras, manifestando que si es algo que se hace todos los años y es parte de los acuerdos con los trabajadores del Estado, implica que se está pagando una prima, un beneficio de fin de año que muchos países lo tienen. Colombia lo posee y se hace siempre, en años buenos, malos o regulares, apuntó. En cambio, si es algo que se realiza de manera excepcional, pensando que esta es una forma de reactivación económica, no es correcta.
La política anticíclica no debe basarse en aumento salarial, dijo finalmente.