En la cartera fiscal están realizando los últimos ajustes y estiman que este fin de semana se completará el paquete de medidas que será implementado para reactivar la economía.
El ministro de Hacienda reconoció ayer a ABC que faltan ajustar algunos números y los proyectos de ley que serán puestos a consideración del Congreso.
Además, aunque no lo dijo, la demora obedece a que también se optó por priorizar el plan de reactivación para las ciudades fronterizas, que forma parte del paquete global a ser impulsado desde el segundo semestre del año.
El plan de recuperación económica ya fue aprobado en general por el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, pero este pidió que se priorice la reforma del Estado, lo que hizo que volviera a Hacienda para efectuar las modificaciones.
Los números lanzados en forma preliminar hablaban de que representaría una inyección financiera del orden de los US$ 2.000 millones y que de este monto, unos US$ 1.200 millones irían a inversiones en obras públicas (parte sería cubierto con nueva emisión de bonos).
Además, prevé líneas de créditos de largo plazo, con bajas tasas de interés, para producción, reconversión comercial y capital para emprendedores; un fondo de garantía para las viviendas de familias con ingresos medios; prioridad a los insumos e industrias nacionales y mipymes en las compras y licitaciones públicas y aumentar la cobertura de Pytyvõ y otros programas sociales.
En cuanto a los proyectos de ley que solicitarán sean aprobados, se mencionan el de Garantías Mobiliarias, de Resolución de Insolvencia, modificación de la Carta Orgánica de la AFD, la Superitendencia de Pensiones, entre otros.
Catastrófico
El exministro de Hacienda, César Barreto, expresó ayer a ABC que el impacto del coronavirus en la economía es significativo y catastrófico, principalmente para el sector de la clase media que considera el más golpeado, por lo que a los de este segmento le llevará entre 3 y 5 años recuperarse, siempre y cuando se reactive la economía en un 100%.
Explicó que a junio la economía del país está trabajando solo al 60% en comparación al año pasado, pese a la apertura comercial de gran parte de los sectores productivos, lo que obliga a “repensar” las medidas económicas actuales. A su criterio, el Estado deberá recurrir a nuevos préstamos para sostenerse e inyectar capital a la economía paraguaya, ya que los US$ 1.600 millones del fondo de emergencia no alcanzan.