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La referida situación fue descripta a ABC por Pablo Maugger, presidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), tras enterarse de que la Unión Europea (UE) suspendió la importación de carne de aves de 20 frigoríficos del Brasil, con lo que el vecino país dejará de exportar unos 1.500.000 pollos por día desde la segunda semana de mayo, lo que representará una fuerte presión sobre nuestra industria, porque con la devaluación de su moneda el producto puede ofertarse en forma ilegal en la frontera casi a mitad de precio que el nuestro.
Según Maugger, cinco empresas, entre frigoríficos y mataderos, suman en Paraguay una producción de 170.000 pollos faenados por día, que constituyen unas 350 toneladas diarias de carne. Esta actividad, de acuerdo a los datos brindados, da empleo directo en Paraguay a unas 2.000 personas y a otra mayor cifra de personas en forma indirecta, en la producción, comercio, transporte y los servicios relacionados, lo que estará prácticamente en zozobra por esta situación generada en el mercado internacional y que afecta, lastimosamente, a un país vecino.
Respecto al tema, un informe de la agencia Efe, desde Bruselas, dio cuenta hace unos días de que la UE estableció nuevas restricciones a la importación de carne de Brasil, con la exclusión de veinte establecimientos de este país de la lista de los autorizados para vender a Europa productos cárnicos, principalmente de pollo y otras aves. La medida se debe a “deficiencias” detectadas en el sistema de control brasileño de estas plantas de producción y se empezará a aplicar quince días después de su publicación en el Diario Oficial de la UE.
Otro cable indica que el ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, adelantó que su país, uno de los mayores exportadores a nivel mundial de carne bovina y de pollo, llevará este caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), que deberá pronunciarse sobre la legalidad de la restricción.
Según Maggi, la UE ya impone barreras a las carnes de pollo fresca y salada de Brasil, pese a que ya perdió un pleito entablado ante la OMC, que hace casi una década estableció que no había justificación para ello. Añadió que esas medidas provocaron que las exportaciones de esos productos a la UE cayeran de 407 millones de dólares anuales en 2007 a 201 millones de dólares el año pasado.