Plantas de cítricos ingresadas desde Brasil saturan el mercado, aseguran

Productores cítricos de la compañía Cabañas de Caacupé denunciaron que el mercado está saturado de plantines sin certificación, ingresados de contrabando desde Brasil a nuestro país. El hecho les perjudica, ya que no pueden vender sus productos que tienen certificación del Senave. Lo más grave es que no hay control, según indicaron.

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La denuncia fue hecha por un grupo de citricultores de la compañía Cabañas de la ciudad de Caacupé, departamento de Cordillera, durante una visita a nuestra redacción. La comitiva estuvo compuesta por Roberto Núñez, Alberto Arce, Porfirio Medina y Víctor Hugo Resquín, integrantes de la comisión directiva de la Asociación Agrícola de Cabañas.

Según relataron, a inicios de 2014 el Servicio Nacional de Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) dispuso la eliminación de los plantines de cítricos en la compañía Cabañas de Caacupé por la aparición de la plaga denominada Huanglongbing (HLB) o “cáncer del cítrico”. Así se hizo con 2 millones de ejemplares y los fruticultores entraron a un programa de la mencionada institución, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), para producir plantines libres de virus bajo invernadero, para abastecer la demanda a nivel nacional.

Además de la Asociación Agrícola de Cabañas, fueron incluidos en el proyecto los integrantes de la Comisión de Productores de Cítricos de Cordillera.

Fueron construidos 47 invernaderos en el marco del programa de apoyo a la agricultura familiar. Cada uno costó G. 29 millones, de los cuales el 50% debe pagar el productor mediante el convenio 50/50, una vez que consigan vender los plantines.

En un año y medio produjeron 20.000 plantitas libres de virus con certificación del Senave. Por la certificación de cada plantín pagaron G. 1.079, durante la gestión de Regis Mereles; ahora el costo disminuyó a G. 540.

Sin embargo, ahora el mercado está saturado de plantas sin certificación ingresadas desde el Brasil por Ciudad del Este, Pedro Juan Caballero y Salto de Guairá ante el nulo control. Además, también hay citricultores paraguayos que produjeron sin cumplir las normativas del Senave, que están comercializando los plantines sin impedimento.

Las plantas contrabandeadas, así como las producidas en Paraguay y carecen de certificación son comercializadas a G. 7.000, cuando los viveristas de Cabañas no pueden vender por menos de G. 15.000 por el costo que implicó el proceso de producción, según explicaron.

Porfirio Medina, quien es presidente de la Asociación Agrícola de Cabañas, denunció que recurrieron al Senave y al MAG para buscar una solución al problema que les afecta, pero no tienen respuesta hasta hoy.

Medina indicó que la situación es desesperante, ya que unos 20 productores fueron ingresados a Informconf por el CAH por no pagar la cuota que corresponde al 50% de los G. 29 millones. Además, los plantines deben ser vendidos en un mes; de lo contrario deberán ser eliminados o regalados para que no se pierdan, aseguró.

¿Fue una estafa?

Los productores de la compañía Cabañas de Caacupé indicaron que hay sospechas de que fueron estafados, porque no existe informe laboratorial que confirme que en la comunidad estaba presente la plaga de los cítricos. No había reactivos y por eso no se realizó el test, indicó Porfirio Medina. Además, en el informe del Senave no figura Caacupé como foco del Huangbing (HLB), dijo.

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