El sustento de esta demanda es un video presentado a los medios por el ministro interno de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, en el que se muestra a un dirigente cocalero identificado como Faustino Yucra Yarhui en una conversación telefónica en altavoz, donde se identifica la voz de Evo Morales, informan las agencias EFE y AFP.
En el video se escucha la voz de a Morales dar instrucciones para organizar a los cocaleros y resistir en bloqueos de carreteras en contra del gobierno interino de Jeanine Áñez.
“Que no entre comida a las ciudades, vamos a bloquear, cerco de verdad”, se escucha en el video a la voz identificada como perteneciente a Morales, quien también recuerda que cuando le expulsaron del Congreso boliviano en 2002 siendo diputado hubo bloqueos para que le permitieran retornar al Parlamento, como al final ocurrió.
“Ahora me expulsan de Bolivia, hagan bloqueo hasta ganar”, agrega.
Murillo indicó que la información que tiene es que esa llamada telefónica se produjo hace tres días y ofreció llevar el video a cualquier laboratorio para demostrar su autenticidad, y que es Evo Morales quien habla con el dirigente cocalero.
“No es posible que Evo Morales quiera seguir enfrentando a bolivianos contra bolivianos, no es posible que Evo Morales, después de que el pueblo creyó tanto en él, ordene asesinar a su pueblo, ordene que no entre comida a las ciudades, este es un crimen de lesa humanidad”, sostuvo el ministro interino.
Murillo anunció que “en las próximas horas” presentarán “la demanda internacional sobre esto” ante “las instancias que correspondan”, sin dar detalles.
Zonas donde el expresidente tenía su bastión político, protagoniza desde hace días cortes de rutas y bloqueos de centrales de hidrocarburos, provocando desabastecimiento a La Paz y otras localidades.
Morales renunció el 10 de noviembre pasado, tras confirmarse el fraude electoral cometido en las elecciones del 20 de octubre, con el que buscaba perpetuarse en el poder.
Tras eso, comenzó a hablar de “golpe de Estado” en su contra, y atizar desde su asilo en México, diariamente, a sus partidarios más radicales, quienes son los únicos que mantienen movilizaciones y realizan los bloqueos.
Antes de su renuncia, Morales ya había advertido con cercar las áreas urbanas para frenar las huelgas ciudadanas en su contra, lo que fue criticado por sus detractores.