Bento Gonçalves, Brasil (EFE, AFP). La cumbre se celebró en la ciudad brasileña de Bento Gonçalves y tuvo como anfitrión al presidente brasileño Jair Bolsonaro, que traspasó la presidencia rotativa del bloque al mandatario del Paraguay, Mario Abdo Benítez.
La cita también sirvió para despedir al argentino Mauricio Macri, quien la semana próxima le entregará el poder al presidente electo, Alberto Fernández, que pertenece al sector peronista alineado con el populismo y las dictaduras marxistas.
De hecho, algunos de los mensajes de esta cumbre parecieron casi dirigidos a Fernández y a su expresa oposición al acuerdo comercial firmado entre el Mercosur y la Unión Europea, que está pendiente de ratificación por los diferentes países miembros de ambos bloques.
Bolsonaro ha llegado a tildar a Fernández de “bandido de izquierda”, pero ha dicho que será “pragmático” en su relación política y económica con ese gobierno, que estará signado por el kirchnerismo, línea más populista y filomarxista del peronismo en estos tiempos.
Bolsonaro criticó las “tasas excesivas” que existen en el bloque, en referencia al Arancel Externo Común (AEC), que Brasil ha propuesto reducir o incluso eliminar.
No obstante, a esa propuesta podría oponerse el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, quien asumirá el poder el próximo 10 de diciembre.
Según el Presidente brasileño, la cuestión arancelaria no puede ser evitada, pues esas “tasas excesivas afectan a quien produce y afectan la competitividad” de los países del bloque y obstaculizan el camino hacia el libre comercio.
Argentina remarca diálogo
Por su parte, el presidente saliente argentino Mauricio Macri instó a impulsar una “integración inteligente” en el bloque y subrayó la necesidad de redoblar la democracia y el diálogo.
“Los problemas en democracia se resuelven con más democracia y más diálogo”, afirmó Macri.
Uruguay, a contra mano
La vicepresidenta uruguaya, Lucía Topolansky, que asistió en nombre del presidente Tabaré Vázquez, dijo que “esta reunión se realiza en un contexto regional preocupante”.
Dijo que “son varios los países de la región sacudidos por protestas, crisis económicas o políticas y hasta golpes de Estado”, en alusión a lo acontecido en Bolivia.
Topolansky es una filocomunista que apoya la dictadura comunista de Cuba y los gobiernos afines a ese régimen, como lo era el del expresidente boliviano Evo Morales, que renunció tras confirmarse el fraude electoral cometido para intentar mantenerse en el poder.
Precisamente sobre esto, Bolsonaro se dirigió al Presidente paraguayo diciéndole en voz baja, pero capatado por algunos micrófonos: “Siempre que ellos pierden, dicen que es golpe”.