BUENOS AIRES (AFP). Ha prometido “poner a Argentina de nuevo en pie”, tras más de un año de recesión, alta inflación, desempleo y pobreza.
Fernández, sin un partido propio, trae como aval su experiencia como jefe de gabinete en el gobierno de Néstor Kirchner (2003-2007) y durante el primer año del de Cristina Kirchner (2008), quien será su vicepresidenta y liderará el Senado.
De talante moderado y pragmático, logró en fórmula con Kirchner agrupar a la oposición peronista, que abarca todas las corrientes de derecha a izquierda, tras años de divisiones.
Conformó un gabinete en el que están representadas todas las tendencias. “Quise que la unidad se refleje en el gobierno”, dijo Fernández al presentar a su equipo.
El primer problema que deberá afrontar Fernández será la renegociación de la deuda, tanto con el Fondo Monetario Internacional (US$ 44.000 millones recibidos desde 2018) como con bonistas. En total, la deuda externa argentina asciende a más de US$ 315.000 millones, cerca de 100% del PIB.
Escogió a Martín Guzmán como ministro de Economía, un colaborador del Nobel de Economía Joseph Stiglitz, que considera “imperioso” reperfilar los vencimientos de capital y de intereses.
La economía cerrará este año con una inflación en torno a 55%, pobreza cerca de 40% y una depreciación monetaria de casi 40%. Pero en sus cuatro años de gobierno, el saliente presidente Mauricio Macri logró bajar el déficit fiscal de cerca de 5% del PIB a 0,5% y deja de reservas internacionales unos US$ 43.800 millones.
Además, será el primer presidente no peronista que termina su mandato desde que en 1945 surgió ese movimiento que marcó a fuego la política argentina.
A misa en actitud de concordia
El presidente electo argentino, Alberto Fernández, y el mandatario saliente, Mauricio Macri, presenciaron ayer juntos a una misa por la “unidad y la paz” convocada por la Iglesia Católica, en Buenos Aires.
Se sentaron juntos y se abrazaron al final, en el momento en el que se dieron la paz, dos días antes del traspaso de poderes que pondrá fin al Gobierno de Macri e iniciará el de Fernández.
“Todos somos conscientes que lo que viene, lo que ya estamos viviendo en el mundo, en nuestra América Latina, no es fácil, y para seguir construyendo esta Nación bendita necesitamos de todos. Nadie sobra en esta construcción”, alertó el arzobispo Jorge Eduardo Scheinig. (EFE)