Las políticas extremistas de este admirador de dictaduras comunistas han despertado alarmas entre la dirigencia demócrata que aseguran que al ser un radical, será un blanco fácil para el presidente Donald Trump, y que si lidera la carrera demócrata en noviembre, el partido demócrata podría enfrentar grandes pérdidas.
Sanders tenía ayer una cómoda ventaja en Nevada, con el 60% de los centros de votación escrutados.
El senador de 78 años lideraba la contienda demócrata con el 46% de los votos, seguido muy de lejos por el exvicepresidente Joe Biden (quien hasta hace poco era el favorito), con el 19,6%, y Pete Buttigieg, el exalcalde de South Bend, Indiana, con el 15,3%.
Después de empatar virtualmente en el primer lugar en Iowa y de ganar en New Hampshire, la incontestable victoria de Sanders en Nevada lo coloca como favorito, al menos por ahora.
Lidera las encuestas nacionales por un margen de 11 puntos sobre Biden y de 13 puntos sobre Mike Bloomberg, el exalcalde de Nueva York que no concurrió a los primeros estados para centrarse en el “supermartes” .
Aún falta el llamado “supermartes”, el 3 marzo, cuando se vota en 14 estados, lo que permitirá definir con mayor claridad el panorama demócrata. Y, antes de eso viene Carolina del Sur, el 29 de febrero.