CARACAS (EFE). “En las próximas horas he ordenado en el marco del operativo permanente ‘Escudo Bolivariano’ la movilización de piezas de artillería, para estar preparados para el combate por la paz”, dijo el líder chavista.
El anuncio de Maduro surge en medio de la creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos, que esta semana propuso un Gobierno de transición para atajar la crisis del país caribeño.
El plan, anunciado el martes pasado por el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, plantea que Maduro se aparte del poder, que ejerce desde 2013, y se conforme un Consejo de Estado que controle el Ejecutivo hasta que sean convocadas “elecciones libres”.
Además, el propio presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció el miércoles que duplicará el número de barcos militares en las costas latinoamericanas para luchar contra el tráfico de drogas en el este del océano Pacífico y el Caribe, con especial atención a México y Venezuela.
Estados Unidos también acusó a finales de marzo a Maduro, y a una decena de sus más cercanos colaboradores, por presunto narcoterrorismo y lavado de activos, señalamientos que el líder venezolano rechazó casi de forma inmediata.
“Tengo la obligación de preparar a la opinión pública nacional e internacional, y de prepararnos”, insistió Maduro al anunciar que desplegará armas.
La semana pasada, el Gobierno venezolano denunció que desactivó un golpe de Estado y acusó al jefe del Parlamento, Juan Guaidó, de estar detrás de la intentona.
Por estos hechos, la Fiscalía venezolana abrió una nueva investigación contra Guaidó, a quien casi 60 países reconocen como presidente interino, y lo citó a declarar, aunque el opositor no acudió.
Guaidó rechazó que Maduro despliegue armas en las calles del país, que atraviesa su tercera semana de cuarentena para frenar los contagios del coronavirus, que ya se cobró la vida de 7 personas y sufren otras 153.
“Lo que hay es que hacerse respetar y recobrar la dignidad del pueblo de Venezuela”, dijo Guaidó al asegurar que el Gobierno de Maduro no defiende la soberanía de Venezuela ante grupos irregulares colombianos.
Aliados
Venezuela atraviesa la peor crisis política y socioeconómica de su historia reciente, con una economía reducida a menos de la mitad en seis años y una voraz inflación que limita el acceso a bienes esenciales, en especial medicinas.
El chavismo se mantiene en el poder, con el apoyo de China y Rusia, sus principales acreedores; así como la lealtad comprada a los altos mandos de las Fuerzas Armadas, a los que el régimen de Maduro otorga amplios poderos políticos y económicos.
Rusia es además el segundo acreedor de Venezuela, después de China, con unos US$ 7.500 millones, según una estimaciones de la consultora local Ecoanalítica.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió a Maduro que evalúe una “respuesta digna” para las víctimas de violaciones de derechos humanos en el país.
Sanciones a petrolera rusa
El Gobierno de EE.UU. levantará las sanciones que pesan sobre la mayor petrolera de Rusia, Rosneft, cuando cese definitivamente sus operaciones en Venezuela y venda los activos que tiene en ese país, explicó el enviado especial estadounidense para el país caribeño, Elliott Abrams.
Rosneft es considerada como una de las corporaciones más activas en Venezuela, donde aumentó sus actividades y se convirtió en el gran intermediario del crudo venezolano ante las sanciones impuestas por EE.UU. a la estatal PDVSA.